El marketing en general y la publicidad en particular se ha ido transformando a lo largo de los años, y cada época ha tenido sus técnicas y sistemas favoritos y predominantes, sus técnicas de éxito, ¿la época actual es la de la realidad aumentada? Probablemente sí.
Siempre he creído que no existe técnica buena ni mala de venta, como tampoco existe técnica buena o mala de marketing y por ende y en consecuencia creo que no existe técnica o enfoque publicitario bueno o malo. Simplemente existen distintos enfoques, que serán buenos o malos dependiendo del momento, del lugar y del producto o servicio a publicitar, y eso también aplica a la realidad aumentada entendida (además de sus otras funcionalidades) como medio publicitario.
Y digo lo anterior antes de hablar directamente de la realidad aumentada pues muchas personas dirán que la realidad aumentada no les es útil o que no les aporta nada, que esa forma de publicitar no es rentable o mil y una cosas. Pero la realidad es que no les será útil para ellos, pero de buen seguro que existen miles de negocios en cada ciudad del mundo que se pueden beneficiar de lo que ella les ofrece.
Y es que si algo ofrece la realidad aumentada, es una opción inmejorable de llegar al cliente de una forma distinta, “in situ”, a pie de calle y en el momento que el cliente lo precisa o puede precisar. Esta opción no será válida en todos los negocios, pero de buen seguro que negocios como la hostelería y la hotelería (entre otros) son dos grandes candidatos a sacarle un buen jugo a sus posibilidades. Jugo que sin duda puede combinarse con otras interesantes opciones online, como las ofertas en webs que nos indican donde estamos geolocalizados, o en servicios de cupones descuento.
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