Generalmente se presentan como personajes antagónicos y sin embargo ambos perfiles son necesarios para producir riqueza, cada uno en su ámbito de actuación, el empresario necesita de empleados para cumplir sus objetivos y éstos pueden estar tan o más comprometidos en conseguirla que ellos. La diferencia de hacer lo que uno ‘debe’ y hacer lo que uno ‘quiere’ es más pequeña de lo que podemos imaginar.
Todos hemos pasado por ciertos momentos de angustia en tu trabajo en los que te dices: ¡Cuánto me gustaría ser mi propio jefe! Ese sueño o idealización de lo "bien que se vive arriba" tiene muchos claroscuros que conviene matizar para que nadie se lleve a engaño, aquí unas sutiles diferencias que pueden hacer que veamos el escenario con más claridad y veamos algunos factores diferenciales entre trabajar a un lado u otro de la frontera:
Los emprendedores tienen una poderosa perspectiva del fracaso
Es definitivo, el fracaso forma parte de la vida de cualquier profesional, pero ese no es el problema, lo bueno del error es el aprendizaje y sólo fallaremos cuando no lo tomemos de manera positiva, el fracaso es sinónimo de retroalimentación, asegura que las lecciones más poderosas pueden conseguirse a través de éste y que las mejores ideas pueden surgir una vez que se toca fondo. Así que tranquilo si te has tropezado, siempre hay momento para levantarse, mirar a tu alrededor y continuar caminando, recuerda, es cuestión de percepción.
Los emprendedores se forman más de lo que disfrutan.
Procuran ir un paso más allá de la carrera, la especialidad, con masters o doctorados, hablamos de obtener lo que más se valora dentro del mercado: la experiencia. Muchos pensarán que este punto es un poco drástico o radical. Lo cierto es que hay días de jornadas interminables que incorporan un curso o seminario relacionado con su área de trabajo.
Los emprendedores saben poco de muchas cosas, los empleados saben mucho de pocas
Simplificar, delegar y organizar tareas,éstas son algunas de las muchas cosas sobre las que se debe saber poco para llegar a ser un emprendedor exitoso. El tiempo, la energía y el dinero que inviertas en aprenderlas estará bien invertido porque nos ayudará a experimentar más exitosos y menos fracasos.
Los emprendedores encuentran soluciones, los empleados solucionan problemas
Si el problema que solucionaste el trimestre pasado volvió a surgir, quiere decir que estás haciendo mal las cosas, encontrar soluciones momentáneas es como comprar cosas baratas: no duran mucho y siempre salen más caras. Cuida que la solución sea aplicable para toda ocasión, asegúrate de adelantarte a aquellos problemas que seguro serán un obstáculo y cuida en tener siempre un plan B, esto sí funciona.
Los emprendedores y los empleados crean riqueza, en el caso de los empleados a través de ganar dinero Puede ser que tengas un puesto importante y que tu salario sea una envidia, pero si llegas al final de año y tu cuenta aún está en números rojos, esto no está funcionando. Existe una gran diferencia entre hacer dinero y hacer que el dinero crezca. Tres palabras clave: ahorrar, invertir y generar dinero.
Hasta aquí la primera entrada sobre las diferencias entre el emprendedor y el empleado, no como figuras antagónicas sino como protagonistas ambos del mismo juego.
En Pymes y Autónomos | El mito: ¿el emprendedor nace o se hace?
Imagen | Chris Potter