El Grupo de Trabajo de Promoción del Consejo de Defensa de la Competencia (GTPC) ha considerado que la regulación de horarios comerciales es "injustificada e ineficaz", así se posiciona según un cuestinario remitido a ocho autoridades de competencia autonómicas (Andalucia, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Madrid, País Vasco y Comunidad Valenciana) sobre el impacto de la normativa autonómica sobre las condiciones de apertura de establecimientos comerciales.
Según el propio documento "en relación con los horarios comerciales y los periodos de rebajas, las autoridades de competencia autonómicas consideran que su regulación actual constituye una restricción injustificada a la competencia introducida para favorecer ciertos formatos comerciales, sin que de ello se derive ventaja alguna para los consumidores".
Se manifiesta además que "la regulación aprobada para proteger al pequeño comercio frente a las grandes superficies ha intentado que la demanda se ajuste a la oferta, en vez de que la oferta se ajuste a la demanda. Eso resta competitividad al sistema y beneficia a los operadores ya implantados, sin que la competencia pueda jugar su papel de reasignación adecuada de los recursos".
La Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) estima que " la regulación administrativa debería limitarse a la determinación de las franjas horarias en las que estaría prohibida la apertura de los grandes establecimientos por causas relativas a la seguridad pública, la contaminación acústica y la limpieza de calles, de forma que la posibilidad de apertura fuera de esas franjas permitiera que los horarios comerciales constituyan un factor adicional de competencia".
Los organismos reguladores de la competencia indican, además, que esa libertad de horarios supone una ventaja competitiva para el pequeño comercio frente al grande, pero que hasta ahora no la han sabido aprovechar.
Independientemente de los criterios que Competencia pueda manejar a la hora de defender la libertad de horarios comerciales, el pequeño comercio ha de enfrentarse con otro enemigo que está alcanzando un tamaño mayor con el tiempo, el comercio electrónico. Contra este método de compra no hay regulación horaria que valga, cualquiera puede comprar a través de la red a la hora que desee, por tanto, a medio-largo plazo la lucha por los horarios de apertura irá perdiendo sentido.
Lo que realmente ha de plantearse el pequeño comercio es una transformación, ha de buscar qué valor añadido puede aportar al consumidor e intentar explotarlo. Al final, bien porque no haya regulación horaria o bien porque la tecnología permita nuevos modelos que consigan mayor cuota de mercado, todo lo que sea mantenerse en el modelo tradicional puede llevarnos al fracaso.
Vía | Expansión En Pymes y Autónomos | La UE en contra de las medidas protectoras al comercio minorista Imagen | caracolquiscol