Prolongar la edad de jubilación o los años de cotización, ¿qué es más justo?
En estos días en los que se está debatiendo el futuro del sistema de pensiones. Se trata de lograr el equilibrio de una Seguridad Social hoy en día deficitaria y asegurar su futuro. Esto fundamentalmente se consigue por dos vías, menos gasto y más ingresos. Una opción intermedia es incentivar el retraso de la jubilación, para que la edad de jubilación real cada vez se aproxime más a la edad oficial para jubilarse. Pero llegado a este punto, cabe hacer la siguiente reflexión, ¿qué es más justo prolongar la edad de jubilación o los años de cotización?
No es algo que pueda espera, más si tenemos en cuenta que la generación del baby boom está próxima a jubilarse. Y esto va a suponer más presión sobre el sistema y más gasto. Además la esperanza de vida ha mejorado y hoy en día el número de años que se cobra pensión es mucho mayor que cuando se ideó el sistema en el siglo pasado.
Premiar al que se jubila más tarde
La edad de jubilación estará en breve en 67 años. Lo que se pretende es premiar a aquellos que voluntariamente quieren seguir en activo. Los autónomos ya tienen una opción de jubilación parcial. La cuestión es qué tipo de trabajadores pueden optar por esta opción. Tiene que ser un empleo donde la actividad tenga que ser más intelectual que física, donde la experiencia sea un valor añadido y además le tiene que cuadrar a la empresa que paga la nómina. Porque estos empleados en muchos casos suponen un mayor coste que un empleado recién contratado.
El incentivo debería ser cotizar más años, no solo hacerlo por encima de la edad legal de jubilación
Por otro lado quizás es injusto este premio a la prolongación de la vida laboral con un plus a la hora de cobrar la pensión. Pongo un ejemplo extremo, un albañil y un juez. Posiblemente a los 67 años, el albañil que ha empezado a trabajar muy joven tiene cotizados más de 45 años al sistema. El juez, que ha estudiado una carrera, ha hecho una oposición y empieza a cotizar mucho más tarde puede que tenga 35 años cotizados. Sería necesario tener en cuenta durante cuánto tiempo se ha cotizado. ¿Deben tener los dos el mismo premio?
Otro ejemplo, el de trabajadores fijos discontinuos, que están trabajando entre 6 y 9 meses al año. Son muchos en un país donde la estacionalidad del turismo enfocado al sol y playa marcan las contrataciones desde hace años. Llegan al final de su vida laboral con un número de años cotizados mucho menor que otros que han tenido empleos en otros sectores.
Premiar al que cotiza más años
Al final lo más justo no es que aquél que tiene la posibilidad de prolongar su vida laboral llegado el momento de la jubilación tenga un premio por hacerlo. El incentivo tiene que llegar para aquellos que han cotizado durante un mayor número de años, aportando al sistema más recursos. Hay que tener en cuenta que los salarios más altos pueden aportar más dinero, pero a la vez sus pensiones serán mucho más altos que las de un cajero de supermercado, por ejemplo.
Y sobre todo tenemos que ser conscientes de evitar las prejubilaciones anticipadas, algo que supone un grave problema a largo plazo para el sistema. Y esto afecta sobre todo a determinados colectivos, como ejemplo el bancario ahora que la fusión de Bankia y Caixabank está en marcha. En muchos casos la prejubilación ha sido una fórmula para aliviar los costes laborales de grandes compañías, dejando que sus empleados estén cobrando pensiones sin llegar a la edad oficial para ello.
Cotización por ingresos reales para autónomos
En el caso de los autónomos la situación es diferente, donde en muchos casos llegada la edad de la jubilación no es que no quieran, es que no pueden jubilarse porque no tienen relevo en sus negocios. Es aquí donde muchos se acogen a jubilaciones parciales o deciden seguir trabajando. No cobran del sistema y siguen aportando. Es necesario dar una solución también en estos casos.
El cambio inminente en el sistema de cotización será un alivio momentáneo. El RETA no es deficitario, pero las pensiones que cobran los autónomos son muy bajas, dado que la mayoría de ellos prefieren cotizar por la base mínima. De hecho muchos no cotizan lo suficiente y tienen ven complementada su pensión con el complemento a mínimos.
Cotizar por ingresos reales supondrá a corto plazo añadir más ingresos al sistema, pero a la larga también implicará pensiones similares a los trabajadores por cuenta propia, más altas. También para muchos perder la oportunidad de optar por planes de jubilación o ahorro de gestión privada, ya que elegían cómo gestionar sus ahorros para utilizar en el futuro o en un momento de crisis como el actual.
Calcular la pensión sobre la cotización de toda la vida
Otra cuestión que ahora está encima de la mesa es qué ocurre con aquellos que en los últimos años de su vida laboral han perdido el empleo. No importa cuantos años hayan cotizado, se ven penalizados por no aportar al sistema en estos últimos años. Quizás lo más justo sería contemplar toda la vida laboral, aunque la realidad es que esto supone bajar la cuantía media de las pensiones, puesto que es en estos últimos años donde más se suele aportar y los primeros en los que menos.
Lo cierto es que no es sencillo ni será fácil encontrar el equilibrio del sistema, pero es algo absolutamente necesario. Y sin hacer trampas al solitario y pensar que nuestra economía va a superar sus problemas estructurales en los próximos años y las tasas de paro se pondrán al nivel de la UE. De otra forma la única opción que nos queda es inyectar liquidez en el sistema vía deuda, lo que implica quitar dinero de otras partes del presupuesto.
Imagen | Andrea Piacquadio en Pexel