En los últimos años se ha acuñado el término de 'zona de confort' para definir el estatus acomodado (ya se por las variables retribución, dominio del trabajo, o el miedo a emprender un nuevo reto en un entorno de incertidumbre, etcétera). Lo que lleva a muchos profesionales a aferrarse a su sillón y a no plantearse un cambio profesional.
Dentro de este fenómeno, decir que la reforma laboral llevada a cabo por el actual gobierno ha tenido un impacto importante, de tal manera que los menores incentivos económicos asociados a la permanencia en el puesto de trabajo, el subsiguiente abaratamiento del despido, y la incipiente mejora del optimismo respecto a la situación económica que padecemos, han conseguido que esta zona de confort se haya ido diluyendo.
Así lo estiman las principales consultoras de recursos humanos respecto a la economía española, entre las que algunas van más allá todavía afirmando que el 46 % de las empresas españolas experimentarán alzas salariales en el presente ejercicio económico de 2014, lo que a priori debe proporcionar al mercado de trabajo el revulsivo que tanto anhela.
Este aspecto no tiene por qué ser malo, sino más bien todo lo contrario, ya que en la medida en la que repunten las oportunidades que nos brinda el mercado laboral, comenzaremos a apreciar la movilidad laboral que tanto enriquece al tejido empresarial, al poner en común las técnicas y avances de las distintas empresas y al brindar un crecimiento profesional mucho más pleno.
En Pymes y Autónomos | Las veinte profesiones con mayor crecimiento según Business Insider Imagen | Sena 2011