Ayer ya comentamos algunos de los aspectos que tenemos que cuidar con el cambio que supone en nuestra forma de trabajar estar siempre conectados, centrado en la ejecución de las tareas. Hoy vamos a plantearlo desde otro punto de vista el de la concentración y cómo afecta a nuestra productividad.
Porque la interrupción a las que nos somete estar siempre conectados acaba produciendo un desgaste en nuestra capacidad mental de concentración. Y esto ocurre desde dos puntos de vista diferentes, en la jornada diaria y en los días de descanso. Vamos a ver como nos afecta.
Mantener la concentración estando siempre conectados
No se trata ya tanto del tiempo que perdemos cuando nos interrumpen, o lo hacemos nosotros voluntariamente, para atender una llamada, un correo, etc. sino del tiempo que tardamos en volver a concentrarnos en lo que estábamos haciendo justo antes de la interrupción. Esto va poco a poco mermando nuestra capacidad de atención en las tareas.
La capacidad de concentración es como la batería del móvil, si lo enciendes mucho no llega al final del día
Mientras por las mañanas estamos más frescos y es más fácil retomar el hilo, por las tardes realmente será algo mucho más complicado y el esfuerzo a que nos obliga será mucho mayor. Como resultado nuestro rendimiento mermará ostensiblemente. A menos interrupciones, más fácil será volver a retomar el hilo.
Pero también otra cuestión a la que nos obliga el smartphone es a prolongar la jornada laboral más allá de la salida de la oficina. Parece que tenemos que atender todos los correos electrónicos, llamadas o mensajes, y no podemos irnos a dormir sin tener la bandeja de entrada a cero. Esto acaba por darnos menos horas de descaso, y al estar menos descansados tenemos peor capacidad de concentración.
¿Tenemos días de descanso con el móvil siempre en el bolsillo?
Esta misma dinámica podemos llevarla a los días de descanso, ya sean fines de semana o festivo o las vacaciones. ¿Podemos desconectar de nuestro trabajo en estos días? Si has echado una miradita al teléfono del trabajo en fin de semana no has conseguido desconectar de tu trabajo de forma adecuada.
Es importante ser estrictos con los tiempos de descanso, porque es como recargar las pilas de nuestra concentración. Que tengamos capacidad para responder un correo desde cualquier lugar y a cualquier hora no significa que tengamos que hacerlo. Es necesario saber desconectar y sobre todo, manejar las urgencias, de las peticiones que nos llegan.
De otra forma, poco a poco vamos minando nuestra capacidad y no llegamos a desconectar totalmente. El resultado es que nuestra productividad va cayendo poco a poco, hasta que llega un punto de inflexión donde incluso podemos bloquearnos. No será la primera empresa, aunque no sea lo más habitual, que limita las horas de uso y los días que sus empleados pueden hacer de los smartphones para que descansen como corresponde.
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