El vertiginoso desarrollo de las redes sociales en los últimos tiempos, en mi opinión, ha abierto un mundo de nuevas posibilidades a la hora de interactuar con los clientes en internet. Si hasta hace bien poco, y aún la mayoría de las empresas lo hacen, como mucho tenías tu web, los más atrevidos un blog y los que estaban a la última se abrían una cuenta en Twitter, ahora está explotando la cosa en Facebook.
Ya nos contaba Mister Empresa su visión del tema en una entrada anterior, que por cierto, comparto plenamente. Ahora bien, si nos vamos a meter en Facebook, Twitter o alguna otra red social ¿Qué hacemos con la web de la empresa? ¿La sigo manteniendo o directamente nos la cargamos?
Cada caso es un mundo, pero a nivel general me atrevo a decir que el hecho de que una empresa esté presente en las redes sociales, interactuando con la gente que es miembro de ellas, no tiene por qué desprenderse de su página web. Puede ser tentador dejar de soportar los costes de mantenimiento (servidor, tráfico,…) pero creo que se trata de herramientas complementarias y que la web “oficial” debe ser el eje central en torno al que giren el resto canales de comunicación con el resto del mundo. Obviamente, me estoy refiriendo a empresas con webs de tipo informativo, no aquellas que disponen de funcionalidad de venta u otras que no se pueden implementar en las redes sociales (al menos, no por ahora).
Es importante es tener en cuenta que la web sirve para tener presencia en internet. Pensemos que cuando alguien quiera saber de nuestro negocio, lo típico es que abra el navegador para buscar en Google, 11870.com o similar y que acabe aterrizando en nuestra página. Es en ese momento cuando al visitante, además de la información básica del negocio, le podemos ofrecer las diferentes posibilidades que tiene para seguirnos (RSS, redes sociales, blog,…) o interactuar con nosotros (tienda, catálogo, contacto,…).
Importante también es ser consciente de que la imagen de la web de la empresa, es una parte de la imagen de la empresa en sí misma. Si la empresa se vuelca plenamente en otros canales (sean redes sociales u otros) y la web se queda desfasada, por ejemplo, con un canal de noticias en el que la última date de 2006, no queda nada bien. Por eso, en mi opinión, el planteamiento debe ser global, teniendo en cuenta todas las herramientas que se van a desplegar de cara al mundo exterior, en definitiva, de cara a los clientes actuales y potenciales, proveedores…
Ya para cerrar, algunos ejemplos de pymes con web y redes sociales que me han llamado la atención en los últimos tiempos: * Soloraf (venta tomates): Twitter - Web * Doctor SIM (gestión factura telefónica): Twitter - Web * Sala Mardi Gras (copas y música en vivo): Facebook - Web
¿Alguien conoce algún ejemplo más que merezca la pena comentar?
En Pymes y Autónomos La empresa en las redes sociales Imagen | Foxypar4