Una de las formas de conseguir ajustar los presupuestos es tratar de tener previstas las necesidades que tendrá nuestra empresa. En este sentido, en tecnología nuestras herramientas tienen un periodo de vida finito, donde más o menos ya sabemos que vida útil tiene un ordenador, un smartphone o una tablet. Sin embargo, las empresas no tienen un plan de inversiones a largo plazo en tecnologías móviles.
Al menos eso es lo que se deduce de un estudio llevado a cabo por Sage en Estados Unidos y Canadá, donde la mayoría ha reconocido que no incluye ninguna partida en sus presupuestos para este tipo de tecnologías. Se van cambiando terminales o se adquieren unos nuevos según se van necesitando.
Me llama la atención que tampoco exista nada de mantenimiento y seguridad para los mismos. Hoy en día el smartphone puede tener los datos críticos de una pequeña pyme, por lo que tendríamos que tener soluciones de copia de seguridad de los mismos, pero también soluciones de localización del terminal y borrado remoto de los datos contempladas.
Y todo esto mientras la mayoría de las empresas están de acuerdo en que las tecnologías móviles han supuesto un impacto muy positivo en su negocio. Hablamos de smartphones, pero también de tablets que pueden tener gran cantidad de datos y que no sería recomendable que cayeran en manos de la competencia.
Quizás lo que deberíamos preguntarnos es qué supone para la continuidad del negocio perder nuestro smartphone, ¿cuánta productividad perdemos?¿Cuántos contactos? ¿Cuántas oportunidades? En función de este riesgo seguro que será más sencillo poder tener un plan de inversiones en tecnologías móviles con un presupuesto adecuado para nosotros.
Vía | Masable
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Imagen | Pixabay