En muchas otras ocasiones me he mostrado en esta misma tribuna perplejo, incrédulo y contrario a la obsesión, al valor que le dan muchas personas a las visitas que recibe su Web o una determina Web. Hoy quiero decir lo mismo pero en relación a las personas que nos siguen en las redes sociales.
La verdad es que encuentro que las redes sociales son muy útiles y apropiadas para muchos usos. Son interesantes para muchos fines profesionales y reconozco que han cambiado el mundo. Pero una vez más creo que se eleva demasiado a los altares el concepto cantidad, en detrimento del concepto calidad.
La gente va loca buscando y buscando visitas, buscando y buscando seguidores, se apuntan y piden que se les apunten a sus redes a todo y a todos, ¿y realmente de qué les sirve?, ¿realmente esta ingente cantidad de personas y empresas seguidas, seguidoras y demás nos aportan algo? En la mayoría de casos, la respuesta es clara: no.
Puedo entender (y tampoco) la estrategia de querer cuantos más miles de contactos en todo caso para productos de masas, pero para profesionales, para servicios y para productos no lo veo así. Una vez más, y del mismo modo que siempre comento en las visitas a las Webs, prefiero seguir a una persona de la que aprenda y tener un seguidor que me deje un buen dinerito o que me aporta algo, que no seguir a diestro y siniestro como un borrego, y tener seguidores que nunca me aportarán nada y que sólo me quitan tiempo.
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