El outsourcing o externalización de proyectos o tareas es cada vez más común por parte de las empresas y, también, para lo autónomos.
Es común que después de contemplar diversas ofertas, haya alguna que nos convence y decidamos empezar a trabajar con ella y una vez concretados los requerimientos y un plazo de ejecución, resulta, que llegado el momento, el trabajo no satisface nuestros requerimientos.
Pautas para reclamar a los proveedores
Lo primero es hablar con el proveedor y justificar correctamente los errores que detectados en el proyecto para que el proveedor pueda solucionarlo lo antes posible y cumplir con el trabajo.
Si aún así te exige el pago, revisa el contrato, si el proveedor no ha cumplido con algunos de los puntos que se especificaban puedes justificar una rebaja en la factura por incumplimiento de contrato.
Firma un contrato con el proveedor en el que se establezcan las condiciones de entrega y de pago por el proyecto. Este contrato debe fijar objetivo del proyecto, fecha de entrega, condiciones de pago y penalizaciones por si no se cumplen algunos de los puntos pactados. Es un documento que os debe proteger mutuamente, a ti, como cliente, y a tu proveedor.
Comunicación constante con el proveedor es fundamental en cualquier proyecto que se externalice. La comunicación por email a veces lleva a confusión, así que es mucho mejor poder hablar directamente de las necesidades del proyecto y responder a las dudas que pueda tener al respecto.
Revisiones peródicas, para lo cual es necesario establecer un calendario de reuniones periódicas para el seguimiento del proyecto. Marca unos hitos con el proveedor para asegurarte de que el trabajo va por buen camino.
Mediante la realización de estos pasos en cada uno de los proyectos evitarás malos entendidos y sorpresas desagradables en las entregas.
Imagen | Mark Hillary En Pymes yAutónomos | ¿Qué servicios externalizan las empresas?