Seguro que no es la primera vez que tienes una invitación a una reunión en la bandeja de entrada de tu email a la que, por principio, no deseas asisitir.
Puede ser que, además, tengas una reunión programada con anterioridad y que se solape con la nueva o solo puedas encajarla con "calzador" haciendo malabares.
Estas situaciones pueden generar conflictos innecesarios por lo que conviene tratarlas con prudencia y buscando alternativas satisfactorias.
De este modo conviene plantearse si se puede recomendar a otra persona para que asista. Invertir un poco de esfuerzo en la búsqueda de la persona adecuada para asistir a la reunión merecerá la pena y, además, no parecerá que se elude la responsabilidad.
¿Se puede contribuir a la reunión con antelación? ya que aunque no se pueda asistir dejamos nuestra impronta en la reunión no nos dejará en mal lugar y mostrará nuestra implicación.
Otra alternativa que nos debemos plantear es la posibilidad de asistir de manera parcial a la reunión, si todo el programa no es aplicable a nosotros, conviene plantear unirnos a aquellas partes que nos afecten directamente.
Imagen | juanpol En Pymes y Autónomos | Cómo promover la participación en las reuniones