En esta semana estamos de elecciones en Europa para elegir nuestros representantes en el Parlamento Europeo, siendo éstas unas elecciones que se caracterizan por la abstención, entre otras cosas, porque hemos percibido con claridad cristalina que quienes marcan las directrices ni se presentan a las elecciones ni son elegidos en las urnas. A pesar de este comentario, soy contrario al abstencionismo.
Sin embargo, hay cosas que nos deberían alarmar, como por ejemplo, la política de emprendiento, ya que los emprendedores de hoy deberán ser las empresas del mañana.
En Europa y en España, en particular, andamos un poco perdidos a la promover el emprendimiento. Se desconocen las causas por las cuáles se quiere animar a la gente a que lo sean, más allá de promover el autoempleo y reducir el desempleo, en particular, el juvenil.
Tampoco hay una estrategia que defina el por qué del emprendimiento, en los USA su razón de ser es que actúa como elemento esencial del mercado del conocimiento. En esta situación, la única estrategia institucional es promover el modelo de Silicon Valley y tener por objetivo llegar allí porque la realidad europea es que estamos siendo barridos por la capacidad de innovación tecnológica de Estados Unidos y Asia.
Sin embargo, Silicon Valley es un modelo que lleva formándose desde hace mas de treinta años y que no se replica, ni si quiera, en otras ubicaciones de Estados Unidos.
Así, en Boulder, Colorado, está aplicando su propio modelo. En Massachusetts, el suyo, apoyado en la biotecnología. Incluso el Estado de New York, lo hace a su modo, en particular en la zona de Albany.
Sin embargo, hay algo que sí que es cierto, y es cómo se emplea el dinero en Estados Unidos y cómo se hace en Europa.
Mientras en los USA una política de intereses bajos se aplica para liberar crédito a emprendedores, empresas y particulares para que el dinero se mueva y así poder crear consumo y crecimiento económico.
En Europa, se opta por abaratar el dinero e incrementar la oferta monetaria con el objetivo de "sanear" los balances de una banca hipertrófica y corrupta que utiliza ese dinero barato para comprar deuda pública de sus propios Estados, que incrementan su endeudamiento y agravan su problemas sistémicos generando, por otro lado, un estrangulamiento del consumo y comprometiendo el crecimiento económico.
Imagen | Jeffrey Rowland
En Pymes y Autónomos | Manifiesto para el emprendimiento, Europa quiere que emprendas