Según la primera Encuesta Anual Laboral (EAL), referidos a 2013, que publica el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la flexibilidad laboral y la formación son claves para el crecimiento del empleo en el sector, donde se han entrevistado a empresas de 5 o más trabajadores en adelante.
Las medidas de flexibilidad laboral adoptadas por las empresas han afectado a la jornada laboral en un 17,6%, un 8% al tipo de jornada y en un 7% a la remuneración salarial. Si tenemos en cuenta los sectores donde más han aplicado este tipo de medidas, las actividades administrativas y servicios auxiliares, 30,1% o la hostelería con el 29% lideran este aspecto.
En lo que respecta a las necesidades formativas, un 28,1% ha detectado dichas necesidades en su plantilla. En las microempresas la proporción es del 21,8% mientras que en las de 500 trabajadores o más supera el 75%. Los aspectos donde tienen que reforzar sus conocimientos son la capacidad de trabajo en equipo para el 83,3% o de atención al público para el 80%.
Respecto a las opciones de crear empleo que tienen las empresas, la gran mayoría apuesta por mantener la plantilla actual. Sin embargo, el porcentaje de las que tenían la intención de aumentar su plantilla era de un 8,4% que superaban a las que iban a disminuirla. En las empresas de mayor tamaño, la previsión de mejora de empleo sube hasta el 17%.
Datos positivos, pero que no dejan de reflejar un panorama en el crecimiento del empleo bastante débil. El área en la empresa donde se esperaba un mayor aumento de plantilla, con un 40,1% es la del personal técnico y profesionales de apoyo, mientras que los profesionales no cualificados son los que tienen más opciones de acabar perdiendo el empleo.
Esto pone de manifiesto la necesidad de la formación continua en la empresa o como el reciclaje de conocimientos, es más importante en estos momentos que nunca, tanto para los trabajadores como para las empresas a la hora de mejorar su productividad y competitividad. Y a pesar de eso se recorta las opciones de formación a las empresas más pequeñas, la mayoría en nuestro país.
Por último, llama la atención la ineficacia de los flujos de trabajo, dado que la formación para trabajar en equipo es un punto en el que han manifestado la necesidad de mejorar sus capacidades. Parece que estos recursos para adquirirla se van a la gran empresa en lugar de las más pequeñas.
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