Trabajar en casa, el sueño de muchos, puede convertirse en una pesadilla, si tenemos en cuenta que el material que tenemos para desempeñar nuestra labor es nuestra herramienta de trabajo, por ejemplo, un ordenador.
Y no, en esta situación no hay espacio para acudir a un compañero. Tú gestionas el tiempo, te organizas, así que los inconvenientes también has de resolverlos. Quedarse sin un ordenador unos días, puede ser llevadero, pero si forma parte de tu "oficina" en casa, Houston tenemos un problema.
Cuando el hogar dulce hogar es sinónimo de oficina
Hace unas semanas, en este blog hablábamos de las ventajas e inconvenientes de realizar nuestro trabajo desde casa. En cuanto a los contras, aparecía la soledad, pero no creo que sea el peor de los males.
En muchos empleos el trabajador está solo durante toda la jornada. Sí me quedo con esa idea de trabajar más de la cuenta, por no saber organizarnos o porque la carga de trabajo sea mucha. Añadamos a este hecho el quedarnos sin herramienta de trabajo.
Imaginemos la situación, nos disponemos a comenzar nuestra jornada laboral y ese gran invento que nos permite comunicarnos con el mundo entero, no funciona. Ante los primeros instantes de desconcierto, vendrán una suerte de viajes para resucitar el elemento más importante de un teletrabajador.
¿Desconectar del problema?
Imposible, vivimos en nuestra oficina. Y cuando tropezamos con un obstáculo no se queda ahí, hasta que volvamos al día siguiente. Nuestro pequeño mundo se paraliza. Añadamos las pérdidas: si no se trabaja, no se cobra.
Existen ciertos problemas que para el resto de las personas puede ser llevadero, ¿una semana sin ordenador? Hay cosas peores, pero si lo utilizas para diseñar, escribir... es una pequeña catástrofe.
Hagamos copias de seguridad, invirtamos en buenos portátiles, tabletas... porque de estas decisiones dependerá (aunque no hay nada seguro) que nos convirtamos en el empleado invisible.
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