Cada vez está más cerca la reapertura y muchas empresas ya están preparando su estrategia para la vuelta a la actividad. Con incertidumbre y también haciendo algunas demandas para poder salir adelante. Una de las propuestas que se han oído en estos días es una reapertura sin campaña de rebajas, una petición al Gobierno muy difícil de cumplir.
El pequeño comercio no solo tiene que dar salida al stock que tenía acumulado para todos estos días que han estado cerrados y no han podido vender. También muchos se encontrarán que van a tener muchos menos clientes, especialmente aquellos territorios enfocados al turismo. Pero entienden que necesitan margen de beneficio para poder afrontar todos los gastos de estos meses cerrados. Y las rebajas suponen una merma de dicho margen.
Pero hay otros comercios que están apostando por una estrategia totalmente diferente. No buscan beneficio, sino que buscan liquidez. Tienen sus almacenes llenos de artículos que no pueden vender y prefieren sacarlos a un menor precio para por lo menos poder ir pagando las facturas. Y no están esperando a las rebajas, hay descuentos muy agresivos para poder atraer al cliente.
Porque también hay que recordar que muchos de estos clientes van a tener menos dinero en sus bolsillos. Se pueden ver afectados por un ERTE, perder el trabajo o que no les hayan contratado si eran fijos discontinuos del sector turístico. A esto hay que sumarle que muchos tendrán miedo, no ya al infectarse, que también, sino a la crisis económica que viene después y el futuro incierto.
En estas condiciones el consumo siempre se retrae. Y por eso solo una oferta atractiva en precio puede ayudar a sacar ese stock acumulado. Lo cierto es que hay que diseñar una estrategia que permita la viabilidad del negocio, salvar la temporada y afrontar lo que queda de año con otras perspectivas diferentes.
Hay que tener en cuenta que en muchos negocios se van a producir más gastos simplemente por las medidas sanitarias que se van a ver obligados a tomar. ¿Vamos a volver a ver en el futuro cercano colas de gente en probadores de ropa? ¿Se podrá probar la gente la ropa? ¿Van a querer hacerlo? ¿Reducirán el aforo de mi negocio? Son muchas las dudas que surgen y por eso es necesario tener una estrategia adecuada para nuestro tipo de negocio.