Me llegó un correo con una idea atractiva. Un restaurador, Álvaro Prado tuvo la feliz idea hace unos años gracias a una necesidad propia, la de mantener siempre llena la despensa de su restaurante. Para ello tanto él como su socio pensaron en la cantidad de pasos que conllevaba esa acción, llamadas a proveedores, visitas de comerciales, listas interminables de productos y llegaron a una conclusión, reducir al máximo estas tareas gracias a una aplicación específica para realizar la lista de la compra.
Como casi todas las buenas ideas la de estos malagueños surgió a raíz de una carencia, la de gestionar mejor el tiempo y además, modificar un defecto, común por otro lado, de uno de los creadores que se considera una persona despistada. Controlar demasiados elementos en un negocio resulta agotador, por ello qué mejor que inventar una aplicación para que la lista de la compra sea un proceso sencillo, rápido y eficaz. Esta fue la 'excusa' con la que nació Shooping Leeks para hacer la lista de la compra sin perder un segundo.
Que el dueño del restaurante sea publicista es un dato a tener en cuenta, pero sobre todo destaca el que se trate de una persona inquieta y apasionada por las nuevas tecnologías con un fin práctico. No está solo, junto a él forman equipo Juan G. Teixidó, el director de operaciones y Juan R. Jiménez, director de tecnología.
A todos nos preocupa el tiempo, pero en este sector cada minuto es fundamental. Y con su aplicación gratuita han conseguido agilizar una rutina como la de ponerse en contacto con los proveedores. Uno de los aspectos positivos es la posibilidad de visualizar el catálogo entero del proveedor y no tener que ir anotando los pedidos en papel. Es imprescindible y positivo para todos que el proveedor suministre su catálogo entero.
Otro característica que me agrada es que todo el personal puede hacer un pedido. El jefe de cocina, el camarero, el jefe de sala y cualquiera que tenga algo que ver con el proceso de compras puede descargarse gratuitamente la aplicación. Evitando así situaciones en las que no se puede servir un plato a un cliente por un olvido a la hora de hacer la compra.
Cuando dentro de un equipo existen diversas inquietudes, tarde o temprano la creatividad llama a la puerta y tras una primera idea aparecen las ganas de mejorar, de crecer y gracias al trabajo duro estos malagueños van a recibir apoyo por parte de un inversor de Internet llamado Diego Ballesteros, fundador de sindelantal.com. y un emprendedor como lo llaman ahora que ya trabajaba en proyectos en la red por los años noventa.
Y en este punto me gustaría resaltar la importancia que tienen las conversaciones cara a cara, y el intercambio de ideas
En 2012, hubo un intercambio tarjetas de visita con Ballesteros. Por lo que cuando Álvaro desarrolló el proyecto, se puso en contacto con él. Hubo un interés por sus ideas y mantuvieron una larga charla. Esta conversación convirtió a Diego en su mentor. Las buenas ideas hay que llevarlas a la práctica pero también compartirlas con la persona adecuada.
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