La pandemia ha provocado un cambio de paradigma en numerosos ámbitos, acelerando como nunca antes la transformación digital de la economía. Tanto es así que la Unión Europea calcula que alrededor del 45 por ciento de los empleos de 2022 estarán relacionados con el ámbito digital.
Sin embargo, hasta 2 millones de vacantes quedarán sin cubrir debido a la falta de cualificación para acceder a ciertos puestos, especialmente los más novedosos o incluso inexistentes en la actualidad, según estimaciones de Manpower Group.
Ante esta nueva realidad, no es de extrañar que cada vez más trabajadores busquen un cambio de aires, especialmente con una recuperación en ciernes que parece que se acelerará en los próximos meses. De hecho, lo que parecía ser un propósito que se guardaba de cara a año nuevo, se ha adelantado a causa de la pandemia.
De acuerdo con una reciente encuesta realizada por Microsoft, más del 40 por ciento de los trabajadores en la actualidad considera la opción de dejar su empresa a lo largo de este año y 8 de cada 10 están preocupados por el crecimiento de su carrera.
Miedo a un nuevo futuro laboral
A pesar de las expectativas tan excelentes del sector tecnológico y digital, son pocos los que se atreven a arriesgarse y emprender un nuevo rumbo profesional. Y es que, según Prudential, el 72 por ciento de las personas que quieren encontrar un nuevo trabajo considera que su formación y habilidades pueden ser un hándicap.
A elo se le suma la falta de calificaciones, un inconveniente para el 19 por ciento de trabajadores, según una encuesta realizada por Jobrapido. El paso para conseguirlo es invertir en formación, de hecho, según un reciente estudio de la consultora McKinsey, el 45 por ciento del capital humano a nivel mundial pasará por procesos de ‘reskilling’ antes de 2030.