En las últimas semanas hemos asistido a noticias muy positivas sobre las perspectivas de la economía española, lo que ha dado lugar a entradas de capital extranjero muy cuantiosas que viene como agua de mayo, justo en un momento en el que la crisis y el desánimo nos impedían pensar con claridad sobre nuestro futuro.
Ante estos hechos son muchos los que se están preguntando cuando llegará esta 'euforia' a las pymes, que en su mayoría están realizando ingentes esfuerzos para no desfallecer y no engrosar la larga lista de sociedades que han cesado su actividad en estos últimos años.
Aún no se conoce cuando será este momento, pero sin lugar a dudas se encontrará más cercano, cuando estos hechos aún aislados se materialicen con mayor intensidad en nuestras grandes empresas, y a partir de ahí se 'contagien' los negocios más pequeños, para que finalmente se acabe trasladando a la economía de los hogares.
Pero lo que quizás quita algo de entusiasmo en este proceso es el hecho de que gran parte de estas empresas receptoras de capital extranjero llevan a cabo sus actividades fuera de nuestras fronteras, y no son bisagra de la industria auxiliar en la que nuestras pymes lleven a cabo sus actividades.
En Pymes y Autónomos | ¿Son los índices de confianza un buen indicador de la salud económica y empresarial de España? Imagen | El coleccionista de instantes