Llega el lunes. Es momento de volver al trabajo después de un relajante (o a veces estresante) fin de semana y todo lo que ello conlleva: prisas, atascos, estrés y otras tantas situaciones que nos indican que ha comenzado la semana. Sin embargo, desde hace algún tiempo, lunes es también sinónimo de firma masiva de contratos.
Según los registros oficiales, el lunes es el día que más altas se tramitan en la Seguridad Social, siendo los viernes los días que más empleos se destruyen. De hecho, el mercado laboral español presenta movimientos similares los primeros y los últimos días de cada mes, en unos volúmenes sin parangón en el resto de Europa.
Un rápido vistazo a los datos oficiales sobre afiliaciones es suficientemente representativo. Los lunes se crean entre dos y tres veces más empleos que el resto de días de la semana. Así, el lunes 2 de abril, primer día hábil del mes pasado, la Seguridad Social registró 332.963 nuevas altas de afiliados; el lunes 9, 207.196 nuevas altas; el lunes 16, 229.794 nuevas altas; el lunes 23, 200.317 nuevas altas; y el lunes 30, 179.289 nuevas altas. Sin embargo, las altas registradas entre los martes y los viernes fluctuaron entre las 65.000 y las 80.000.
Este patrón se repite el resto de meses del año, siendo especialmente significativo durante los meses de mayo a julio donde más empleos se crean coincidiendo con el periodo estival. Según un reciente estudio de Fedea, coordinado por José Ignacio Conde Ruiz a partir de la información disponible sobre las fluctuaciones diarias de las afiliaciones y los contratos entre los años 2012 y 2017, la existencia de los fenómenos conocidos como efecto lunes y efecto viernes es real, al concentrarse la creación y destrucción de empleo en estos dos días.
Pero, ¿cuál es la razón que explica este fenómeno? Fedea considera que existen circunstancias de la naturaleza productiva del mercado laboral español que pueden indicar una necesidad de las empresas para evitar los costes salariales extraordinarios que implica tener que mantener los empleos durante los fines de semana. Dicho de otro modo, algunas empresas podrían estar contratando el lunes para dar de baja a estos empleados el viernes y volver a darles de alta el lunes siguiente.
Este fenómeno se ceba especialmente con trabajadores de baja cualificación y pertenecientes a sectores concretos, como la hostelería (60%), la agricultura (40%) o la construcción. El estudio concluye que el efecto lunes no deja de ser una consecuencia más de la precariedad del mercado laboral español, caracterizada por una alta dualidad y una elevada temporalidad.
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