Como cada año, y desde la última reforma del sistema de pensiones, el acceso a la jubilación se va complicando cada vez más. En estos últimos años, se han ido añadiendo nuevos requisitos para acceder al 100 por ciento de la base reguladora, tanto en términos de tiempo cotizado como en el periodo de cálculo.
El 2022 no va a ser una excepción y, de nuevo, cambian los requisitos para acceder a la jubilación. En concreto, la edad legal de jubilación aumentará en 2022 hasta los 66 años y 2 meses con carácter general, lo que supone dos meses más que en 2018.
No obstante, en el caso de aquellos trabajadores que hayan acreditado un periodo mínimo de cotización de durante un periodo de, al menos, 37 años y 9 meses o más, la edad ordinaria de jubilación será, como estos últimos años, de 65 años.
Cambios en el periodo de cómputo en 2022
El cambio en los años cotizados no es el único criterio que se modifica en 2022. También se amplía el periodo de cómputo, es decir, el tiempo que se tiene en cuenta para el cálculo de la base reguladora. En concreto, el periodo de cómputo se amplía 1 año más, desde los 24 años de 2021 hasta los 25 años en 2022.
Para su cálculo, se sumarán las bases de cotización de los últimos 300 meses y se divide el resultado por 350 meses (debido a que la pensión de jubilación se calcula teniendo en cuenta 14 pagas).
Cambio progresivo hasta 2027
Estas condiciones se irán modificando de manera progresiva en los próximos años hasta 2027, cuando la edad legal para acceder a la jubilación quedará establecida en los famosos 67 años. No obstante, la novedad este año con respecto a los anteriores es que, en 2022, hemos llegado al tope de 25 años del periodo de cómputo que aplicará en 2027. De manera que, en años posteriores, regirá este periodo de cómputo.
En cualquier caso, se espera que entre medias entren en vigor algunas reformas, como el factor de sostenibilidad en 2023, que vinculará las pensiones a la esperanza de vida, y la revalorización de las pensiones a la salud de las finanzas públicas, el conocido como factor de equidad intergeneracional.
Y no se descartan nuevas reformas que sirvan para hacer más sostenible el sistema de reparto, como ya ha anunciado recientemente el ministro José Luis Escrivá, que pretende hacer más sostenible el sistema para pagar las pensiones de los baby boomers.