Que una ley lleve el adjetivo de urgente en su título no significa que se vaya a tramitar antes. Al menos eso es lo que parece con la tan esperada Ley de Medidas Urgentes sobre el Trabajo Autónomo, que sufre un nuevo retraso. Actualmente se encuentra en plazo de enmiendas, que ha vuelto a ser prorrogado por cuarta vez.
Además hay que tener en cuenta que es una ley con medidas muy concretas para mejorar desde ya las condiciones de los autónomos. La reforma del RETA todavía tendrá que esperar, lo cual hace todavía más difícil de entender dicho retraso. Los grupos se escudan en un exceso de trabajo para la Comisión de empleo que además está tramitando otras tres iniciativas más.
También los diferentes grupos que se han reunido con representantes del colectivo quieren aprovechar la oportunidad de ser más ambiciosos con esta ley. De esta forma saldrían adelante más temas sin tener que esperar a la subcomisión de la reforma del RETA, que tal y como son los tiempos que manejan nuestros políticos, puede que acabe la legislatura y no haya presentado sus conclusiones, quedándose finalmente en nada.
Y mientras tanto los autónomos seguimos estancados. O con peores condiciones, ya que otras reformas como la mejora del salario mínimo si que han afectado de forma significativa al colectivo. Hay cuestiones que es necesario mejorar de forma urgente, sin esperar al año que viene, pero por lo que parece no es algo prioritario.
Lo cierto es que a la mayoría de los partidos políticos se les llena la boca de promesas en época electoral. Pero cuando llega el momento de cumplir, aquí todo son dilaciones y retrasos. Al final supone que como siempre, los autónomos serán los últimos de la fila.
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