LLega el TridAvisor de las empresas, donde los empleados critican a jefes y compañías
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LLega el TridAvisor de las empresas, donde los empleados critican a jefes y compañías

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Uno de los problemas a la hora de cambiar de empresa es tener una referencia clara de cómo se trabaja en dicha organización. Muchas veces buscamos a alguien conocido que nos pueda orientar si ha estado empleado en dicha compañía. Pero esto no siempre es posible. Es por eso que se buscan otras referencias, en redes sociales o páginas especializadas donde los empleados califican a las empresas en las que trabajan y muchas veces no salen bien paradas.

Ya hablamos hace poco de Workpinion, una startup que todavía en fase beta luchaba por dar visibilidad a estas opiniones de empleados y ex-empleados sobre las políticas corporativas de las empresas en las que han trabajado, pero también su relación con jefes y mandos intermedios. Quizás para tratar de que no le roben mercado, el conocido como TripAdvisor laboral, Glassdoor ha llegado oficialmente a España.

Saber de verdad dónde vamos a trabajar

La gran afluencia de usuarios españoles que ya utilizaban la página ha animado a su lanzamiento, con más de 69.000 comentarios y valoraciones de más de 3.700 empresas de nuestro país, no solo grandes corporaciones, también pymes. Y esto obliga a sus empresas a cuidar a sus empleados de verdad, no solo decir que los cuidan en sus políticas corporativas.

Porque pueden salir mal paradas en su reputación. No sería el primer caso de una empresa que se encuentra con comentarios negativos de exempleados y apremia a sus trabajadores más fieles o comprometidos a introducir valoraciones positivas que compensen dichas opiniones. Aunque las compañías si pueden tratar de aumentar su puntuación con más comentarios positivos no pueden controlar su puntuación. Esto afecta también a responsables y mandos intermedios.

Ya no basta con decir que los empleados importan en una empresa, hay que empezar a demostrarlo

Y como ocurre con TipdAdvisor, a veces un comentario negativo dice muchos más que páginas de comunicación corporativa. Las empresas también acumulan cosas debajo de sus alfombras. Como ejemplo ilustrativo Glassdoor ha realizado una encuesta entre los 850 trabajadores y solicitantes de empleo, que indica cómo el 85% de españoles que buscan empleo dicen que la realidad laboral difiere respecto a las expectativas generadas en el proceso de selección.

En este sentido el 81% cree que le resultaría útil conocer las opiniones de trabajadores actuales o exempleados para tomar una decisión. De todas formas tres de cada cuatro no negociaron su salario y acabaron aceptando el que les ofrecieron. Si luego lo prometido, horarios, ambiente laboral, plan de carrera, no se corresponde con la realidad no tardan en buscar una nueva oportunidad en otro lugar.

¿Seremos políticamente correctos con nuestras opiniones?

Está claro que si no tenemos otras ofertas muchos empleados no tienen la capacidad de elegir. Este tipo de páginas les pueden servir para tener más claro a qué tipo de organización se incorporan. Una cuestión diferente es si lo que buscamos es cambiar de trabajo. Es aquí cuando creo que este tipo de páginas son más útiles. Para las empresas que quieren captar talento, cuidar su reputación a partir de ahora también tiene que ser una prioridad, pero no solo en su comunicación corporativa, en redes sociales, sino en su trato con los empleados en el día a día.

Una cuestión diferente es si los empleados se van a autocensurar o no. Lo mismo que a muchas empresas no les gusta que se hable mal de antiguos jefes u otras compañías en redes sociales y acaban descartando a empleados por este motivo, puede que directamente si descubren que un empleado ha estado hablando mal de otra organización descarten su candidatura.

Imagen | athree23

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    • Usuario desactivado

      Usuario desactivado

      Mira que en varias ocasiones he empezado réplicas en este tipo de mensajes (sobre sistemas de opiniones); pues al final siempre me veo obligado a hablar de un amigo y cliente y desecho el colgarla. Una vez se lo comenté y me dijo que por qué no, que tenía total libertad. Con todo, me reservo lo que estimo oportuno y necesario (la amistad le puede) ;)

      Y todo este introito para declarar que el servicio comentado me parece bueno. Y me parece bueno porque, como defienden este tipo de plataformas, A LA LARGA sí que dan una descripción cercana a la realidad. Pero hay que darles tiempo y, aunque resulte una contradicción, NO HACER USO DE ELLAS.

      Quiero decir, según mi punto de vista, los usuarios de este tipo de plataformas de e-opinions, en gran medida, reflejan una opinión real del usuario. Pero, ojo: real (subjetivas, del sujeto, con respecto al resultado de la contratación del bien o servicio), que no veraz.

      Son de obligada consulta para el opinado y de obligado olvido para el opinador. Ésta concretamente es un poco más delicada pues pasamos de la opinión de un producto o servicio (con contrapartida económica) a una opinión de una relación contractual en el ámbito laboral.

      Adquirir un bien o servicio no suele implicar relaciones comerciales alargadas en el tiempo, se juega mucho con el estímulo, el impacto, la adrenalina, el momento.

      En este caso concreto es muy complicado apostar por su efectividad pues el principal motivo de estímulo en este caso llega con el inicio de la relación contractual (expectativa e incluso ilusión) o con la finalización de la relación contractual (desilusión y decepción).

      No lo conozco, pero creo que se debería basar en parámetros pre-establecidos y negar la opción de la opinión argumentada y subjetiva (claro) ya que es muy proclive a generar problemas de muy variada índole. No olvidemos que ya lo son las plataformas actuales de los bienes o servicios.

      Una cosa es que yo indique positiva o negativamente un concepto concreto y estandarizado y otra muy distinta que ponga una plataforma al servicio de el desfogue del personal cuando es despedido o ha decidido abandonar una organización. Y principalmente no por proteger a las empresas, sino que aquí las denuncias pueden volar cuál cuchillos en una cocina japonesa en menos que canta un gallo.

      Ejemplo.

      1.- Una vez iniciada la relación y con la oferta de trabajo en mente, ¿diría que la oferta se ajustó al trabajo efectivamente realizado?

      2.- ¿La oferta remunerativa resultó clara, concisa y sin errores de interpretación?

      3.- ¿La oferta de promoción dentro de la organización resultó real?

      4.- ¿La oferta de conciliación fue tal y como se le describió?

      5.- Etc.

      Si a mí me han ofrecido un contrato de auxiliar administrativo, remunerado con 1300 euros al mes, con posibilidad de promoción a los 6 meses, jornada completa y diurna con posibilidad de solicitar jornada parcial y, tras varios meses de trabajo, me he encontrado con:

      - Auxiliar administrativo que deviene en funciones de operador telefónico.
      - Salario de 1300 euros al mes, pero con las pagas incluidas en el cálculo y salario en especie para los vales de comida.
      - Jornada completa que se alarga a 45 horas sin hacer uso ni cómputo de horas extras por tener un contrato anual y tomar el exceso de horas como organizativo.
      - Jornada diurna que luego te modifican.
      - Nada de posibilidad de jornada parcial o intensiva.
      - Rescisión del contrato haciendo uso del período de prueba el quinto mes (en los sectores en que se permite el período de prueba de 1 año).

      Pues tras encontrarme eso, si quiero decirlo, mejor de manera aséptica con parámetros pre-establecidos. Porque claro, si lo hago de manera argumentada, también estoy expuesto a incurrir en falta o incluso delito por no entender un contrato, no haber indagado convenientemente en la oferta pues la necesitas y no vas a ponerte curioso, cuando no hacerlo dando rienda suelta a nuestra amígdala y sin reflexionar soltar por la boca cosas que luego hay que sustentar ante un tribunal en un extremo.

      Esto como usuario.

      Como opinado... pues hay que apechugar y ver lo que la gente que ha trabajado para ti opina de tu organización para tomar las medidas que estimes oportunas.

      El peligro: empresas de reciente creación y PyMMEE. Todas ellas por su reducido número y porque el factor principal de la crítica casi siempre lleva implícita la crítica "irracional" en el sentido que nos pide el cuerpo hacer daño a quien pensamos nos ha engañado o nos ha despedido ya que el momento preciso para hacerla es cuando ya no tienes precaución por las posibles represalias. Añadamos a eso edad y, por qué no decirlo, el desconocimiento generalizado de lo que implica un contrato (con todo su texto legal).

      No soy poseedor de la verdad ni lo pretendo, pero soy de los que opina que los community managers son vagos y chupópteros en último extremo (vaya mi prejuicio declarado de antemano) y, personalmente, me ha ido muy bien en este sentido con este simple consejo que he dado: vigila, lee, interpreta, interioriza y actúa siempre de manera comedida. Pero NUNCA interactues de manera directa con el opinador. Tienes poco o nada que ganar y sí mucho que perder.

      Y, por cierto, volviendo al inicio. ¿Estas plataformas facultan para que el opinado pase a ser opinador? que ya sería rizar el rizo (en lo negativo, claro).

      Y, perdóneseme, olé por mí. He conseguido finalmente hacer una réplica sobre el sistema de e-opinions sin meter en el ajo a terceros. :VVV

    • La pena de esto es que la mayoría de la gente votará negativo, ya que dudo que un trabajador que esté activo vote negativamente sabiendo que puede afectar su relación con la empresa.
      Como punto de partida puedo estar bien pero las opiniones hay que cogerlas con pinzas.

    • Una gran noticia! Es una pena que Glassdoor no haya aterrizado aun en España, es realmente útil. Con el tema de la "compra" de opiniones no hay ningun problema, ya hay grandes empresas en España con buenas notas que al ver análisis puedes ver como mucha gente critica las mismas cosas concretas, y los que lo pintan todo como genial solo hablan de generalidades.

      Justamente este tipo de plataformas ayudan a los trabajadores a poder conocer la realidad empresarial y no dejarse llevar por el marketing y la imagen. Eso potenciara que las empresas centren sus esfuerzos para la contratación en mejorar condiciones laborales y menos en tonterias. Porque la imagen laboral fabricada no deja de ser una tontería, una forma de captación deshonesta que solo crea tensiones y altos niveles de rotación a corto plazo. En ventas entiendo la utilidad del marketing, pero con trabajadores y proveedores pues no, porque van a estar ahi día a día y van a saber lo que hay tarde o temprano.

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