Según el último informe publicado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas: la formación y el empleo de los jóvenes españoles: trayectoria reciente y escenarios futuros, las perspectivas económicas de las personas sin cualificación no son nada halagüeñas.
De acuerdo con este estudio, el mercado de trabajo español dejará fuera a los jóvenes con baja formación y concentrará las oportunidades laborales en aquellos. No en vano, se prevé que para 2025, el 60% de las ofertas laborales estarán destinadas a aquellas personas con formación universitaria o profesional superior.
Una realidad que se ha hecho más que palpable en los últimos años: las personas con estudios superiores han sido menos sensibles a los problemas del desempleo que aquellas que solo tenían educación obligatoria, lo que ha actuado como protección frente al paro de los jóvenes más acentuados, lo que se irá acentuando durante la próxima década. De hecho, los jóvenes con formación tienen trece puntos porcentuales más de probabilidades de trabajar que otros que solo cuentan con estudios obligatorios; si a ello le sumamos otras destrezas y habilidades, como idiomas o experiencia laboral, este porcentaje puede incrementarse otros trece puntos porcentuales más.
La falta de competencias es precisamente, uno de las mayores preocupaciones. Según este estudio, los jóvenes teóricamente sobrecualificados tienen un nivel bajo o medio-bajo de competencias y, por lo tanto, ocupan puestos por debajo de su cualificación actual. Las personas con un nivel alto de competencias generalmente no tienen ese problema de sobrecualificación y ocupan puestos de trabajo acorde con su formación.
Se trata de un problema que afecta a un colectivo muy castigado por la crisis pero especialmente a los conocidos como ni-nis, jóvenes que ni estudian ni trabajan y que en España representan el 23,1% de los jóvenes de entre 18 y 24 años. Aunque todavía queda mucho tiempo, es conveniente tratar y gestionar esta realidad como lo que es: un verdadero problema.
En Pymes y Autónomos | El mercado laboral y los jóvenes, una pareja mal avenida Imagen | StartupStockPhotos