No es la primera vez que hablamos de pensiones en este mismo medio. Sabíamos que la brecha entre trabajadores asalariados y autónomos a la hora de cobrar una pensión pública sigue siendo abismal, de un 33% menos. Pero, además, un último informe de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) revela un dato todavía más descorazonador: más de 900.000 trabajadores por cuenta propia cobran una pensión inferior al salario mínimo interprofesional.
En concreto, son 903.243 los Pensionistas por Jubilación o por Incapacidad Permanente (IP) del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) más el Régimen Especial del Mar quienes cobran por sus pensiones mensuales menos del salario mínimo interprofesional (SMI), 735,89 €. En números relativos, esta cantidad supone un 60% del colectivo analizado por UPTA, de 1.481.966 personas.
La principal razón que explica por qué muchos autónomos tienen que vivir con una pensión que está por debajo del nivel de subsistencia es la ineficiencia del RETA. A diferencia del Régimen General, los trabajadores por cuenta propia pueden elegir libremente su base de cotización, lo que en la práctica hace que la mayoría se decante por la base mínima durante la mayor parte de su vida laboral, hecho que tendrá consecuencias severas cuando tengan que hacer frente a una incapacidad temporal o cumplan con la edad legal de jubilación.
No en vano, el 66% de los autónomos cotizan por la base mínima, de 919,80 € al mes; el 27% cotizan por una base comprendida entre la mínima y dos veces la misma y tan solo un 7% por una base superior a dos veces la mínima. Sin embargo, los dos últimos tramos se explican por las bases que tienen que abonar los autónomos societarios, que además se han incrementado mucho más en los últimos años, y por las modificaciones introducidas en el RETA, que obligan a los mayores de 48 años a aumentar su base de cotización por encima de la mínima al cumplir esta edad.
Sin embargo, el RETA supone un auténtico chollo para las arcas públicas. Es el régimen que menos déficit genera para la Seguridad Social por afiliado como consecuencia de la dificultad para acceder a algunas coberturas, como el cese de actividad, las pobres prestaciones que da y el mayor tiempo en el que sus afiliados cotizan en él.
En estas circunstancias, urge una reforma integral del sistema de cotización de los autónomos. UPTA propone, entre otras cosas, un equiparamiento entre el Régimen General y el RETA (Francia, por ejemplo, los ha unificado dentro del mismo régimen), un aumento de la pensión de los autónomos hasta acercarla al SMI y el destope de las pensiones máximas, entre otras muchas cosas.
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