En los últimos días hemos escuchado en los medios que la compañía del automóvil norteamericana Ford va a trasvasar recursos desde su planta de Bélgica hacia la española. Configurando un proceso de deslocalización empresarial, que beneficiará a nuestro país en detrimento de los belgas.
Las razones que han condicionado que se haya producido dicho trasvase de recursos no se han explicitado, pero resumidamente quiero apuntar, las que a mi juicio, han motivado que así sea:
Diferencial de salarios y desempleo: la drástica situación por la que atraviesa el mercado de trabajo en España y la contención de salarios tanto en el sector público, así como en el privado, tienen como consecuencia que los trabajadores españoles estén dispuestos a aceptar salarios comparativamente más bajos
Mayores incentivos económicos, en términos de ayudas fiscales, condiciones de la contratación, etcétera, que posiciona a nuestro país en una posición más favorable de cara a la recepción de inversión extranjera
Este incremento de producción que se presume tras la llegada de dos nuevos modelos hacia la factoría valenciana, supondrá un incremento de 1.500 trabajadores, a los que se sumarán muchos más, que de manera indirecta también habrá que tener en cuenta.
Este hecho, confirma una vez más, que el nuestro es un país que a pesar de no contar con ninguna marca de la casa en el mercado automovilístico actual, somos de los que más peso tenemos a nivel mundial en la fabricación de autos y componentes, un modelo de producción que seguramente se pueda extrapolar a otros tantos sectores de nuestra economía para lograr un futuro más provechoso.
En Pymes y Autónomos | La localización geográfica es una cuestión de corto plazo
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