Cada vez está más cerca. Pedro Sánchez ya ha anunciado una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional, y que este incremento tendrá efectos inmediatos. Y a diferencia de anteriores ocasiones, el rechazo de la patronal ha sido rotundo, ya que tendrá efectos nocivos para las empresas, especialmente las pymes.
Un reciente estudio de Ranstad Research, con la colaboración de Cepyme, ha puesto cifras en lo que implicaría este incremento. En concreto, subir el SMI ahora pondría en riesgo cerca de 130.000 puestos de trabajo, y se cebaría con los sectores más afectados por la pandemia, como la hostelería y el turismo.
El estudio se ha hecho teniendo en cuenta que habrá una subida del 5,3 por ciento en el SMI, tal y como ha propuesto el Gobierno. En concreto, se asume que subirá hasta los 1.000 euros en catorce pagas (1.166,67 euros/mes) en 2022, con un aumento intermedio del 2 por ciento (969 euros en 14 pagas, 1.130,50 euros/mes).
Los jóvenes y los empleos menos cualificados, los más perjudicados
Para Cepyme, las consecuencias de este incremento incidirán especialmente en los jóvenes y en los trabajadores que tienen una menor cualificación, para los que será más difícil encontrar empleo o conservar el que tienen. Hay que recordar que este incremento del SMI se plantea en un momento muy complicado para la economía española, y después de varios incrementos consecutivos.
Y es que todavía no se han recuperado los niveles de empleo anteriores a la crisis de la covid-19. Además, el aumento de afiliación no compensa el número de trabajadores en ERTE (de 272.190 en agosto) y el paro registrado se mantiene elevado, 1´5 puntos por encima del nivel previo a la crisis (13’78 por ciento).