Las cuentas públicas en cierto modo son responsabilidad de todos los ciudadanos, siendo el fraude fiscal y a la seguridad social un problema que al final nos repercute a todos, y también a las empresas, que han de soportar una mayor carga impositiva para cubrir el daño que originan algunos ciudadanos tan insolidarios.
Para combatir este problema, el ministerio que dirige Fátima Báñez ha puesto en marcha el denominado buzón de denuncias laborales, mediante el que de forma anónima se pueden denunciar situaciones de fraude a la seguridad social como contratos irregulares, actividades profesionales que se desarrollan al margen del sistema, o el cobro improcedente de prestaciones en cualquiera de sus modalidades.
Esta nueva 'herramienta' equipara a nuestro sistema de comunicación ciudadano con el que desde hace años cuentan algunos de nuestros vecinos europeos, y que bajo mis ojos, puede resultar muy positivo al promover una mayor conciencia respecto al grave problema del fraude, que nos perjudica a todos.
Otra cuestión es el uso que se le vaya a hacer, ya que en muchos casos por razón de la envidia o la desconfianza hacia algunos empresarios o vecinos, presumiblemente algunos harán uso de este sistema. Pero tal vez sea la solución definitiva para todos aquéllos casos en los que se desarrollen actividades ilegales, que además atentan contra la competitividad de todos los negocios que acatan todas las formalidades que se les exigen, siempre y cuando se refuerce con un sistema de sanciones lo suficientemente disuasorio como para que los defraudadores se replanteen sus opacas actividades.
En Pymes y Autónomos | Informe de medidas contra el fraude laboral y de la Seguridad Social Imagen | seedrocket