Hoy por hoy, cualquier empresa que desee obtener financiación bancaria se encuentra casi siempre con el mismo obstáculo, en numerosas ocasiones casi insalvable: la entidad financiera le solicita un aval o garantía que acompañe al préstamo y que garantice la devolución del mismo.
En este sentido, y con el objetivo de resolver este problema, las sociedades de garantía recíproca (en adelante, SGR) juegan un papel fundamental en la concesión de los avales bancarios. Sin embargo, bien sea por dejadez o por falta de conocimiento, dejamos de acudir a ellas para solicitar ayuda. Pero, ¿qué son y cómo funcionan?
Las SGR: ¿qué son y cómo funcionan?
Las SGR son entidades sin ánimo de lucro cuyo objeto principal es facilitar el acceso al crédito a las pymes mediante la presentación de avales ante las entidades bancarias y Administraciones Públicas. Están, a su vez, están avaladas por el CESGAR, entidad pública que cubre los riesgos que puedan asumir las SGR y que ha aumentado su cobertura recientemente.
Estas sociedades están formadas, por un lado, por un socio protector, que son las instituciones que aportan recursos a las SGR con el objetivo de mejorar su solvencia y que, en general, suelen ser Administraciones Públicas, Cámaras de Comercio, Asociaciones o entidades bancarias; y, por otro lado, por los socios partícipes, que son las pymes beneficiarias de los servicios que presta.
Si bien su objeto principal es el de prestar las garantías necesarias a la pyme a la hora de solicitar financiación bancaria para, de esta manera, conseguir financiación en condiciones ventajosas, las SGR cumplen, además, los siguientes objetivos:
- Negociación de líneas de crédito en condiciones más ventajosas con las entidades bancarias.
- Canalizar y tramitar las subvenciones hacia las empresas.
- Información y asesoramiento financiero a los socios.
- Formación financiera a las pequeñas y medianas empresas.
En general, las SGR dirigen su actividad hacia dos grupos diferentes de pymes: por un lado, las que tienen dificultades para acceder a la financiación mediante la presentación de avales, y por otro, las que, aún contando con las garantías suficientes, buscan obtener financiación en condiciones más ventajosas, tanto en tipo de interés como en plazo de amortización.
Además de la presentación de avales bancarios, las SGR también otorgan avales ante terceros, si precisamos de un aval para presentarnos a una licitación o concurso público, o bien conseguir financiación de nuestros proveedores, aunque los avales ante Administraciones Públicas y otras empresas privadas dependerán del SGR de nuestra zona.
¿Cómo solicitar los servicios de una SGR?
En España existen 23 SGR, al menos una por cada Comunidad Autónoma y tres sectoriales a nivel nacional (sector transporte, sector juego y sector audiovisual). La pyme deberá dirigirse a aquella SGR que opera en la Comunidad Autónoma en la que la empresa tenga su objeto social, a no ser que pertenezca a alguno de los sectores mencionados.
Cualquiera de nosotros, sin necesidad de ser socio de la SGR, podemos acudir a ellas para presentar nuestro proyecto y solicitar asesoramiento. Por lo general, la documentación presentada será la misma que se entrega al banco a la hora de solicitar un préstamo y, en función de ella, la SGR decidirá si nos avala o no.
En caso afirmativo, el requisito es hacerse socio partícipe de la SGR, pagando la correspondiente cuota anual de socio lo cual, a su vez, nos permitirá beneficiarnos de condiciones muy ventajosas desde el punto de vista del precio (intereses y comisiones) en el acceso a préstamos, leasing, líneas de crédito, etc.
No obstante, tampoco deberemos esperar que nos avalen siempre. Las SGR no entrarán en negocios de dudosa viabilidad o con signos de deterioro económico o financiero, con alertas de morosidad, judiciales o similar. Que no tenga ánimo de lucro no significa que tengan que ser hermanitas de la caridad.
Gran apoyo ante la escasez de crédito
Las SGR tienen un papel cada vez más prepoderante en la financiación de las pymes. No en vano, el hecho de que se aumenten las garantías de las instituciones de reafianzamiento de las SGR, en este caso el CERSA, es sintomático de la importancia que da el Gobierno a estas instituciones.
Aunque todavía no son muy conocidas, ha crecido el número de pymes que habían solicitado los servicios de una SGR, aumentando hasta un 440% desde 2009 hasta finales de 2011. A 31 de Diciembre de este año, habían sido 110.238 las empresas asociadas y casi 25.000 millones de euros en avales formalizados, lo que lleva asociado 826.285 puestos de trabajo, según datos de la propia CESGAR.
Desde luego, el problema del crédito es un problema real que se está llevando por delante una gran cantidad de empresas. En esta coyuntura, las instituciones tienen un papel esencial en la gestión de la crisis; en este sentido, las SGR toman un protagonismo fundamental, tanto a la hora de conceder avales bancarios como a la hora de proporcionar asesoramiento.
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