Los problemas de financiación y el acceso al crédito se siguen señalando como el principal problema con el que cuentan las empresas españolas, y también como el gran lastre con el que estas se encuentran para salir de la crisis.
Para poner cifras a este asunto, voy a apoyarme en el informe de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), que ha señalado que el ya pasado año de 2013, el conjunto de los profesionales autónomos y las empresas no financieras recibieron hasta un total de 310 millones de euros menos que en año anterior.
Esta situación no deja de llamarme la atención, porque la administración (en sus distintos ámbitos) no es capaz de proponer soluciones alternativas que permitan la financiación directa de las operaciones, o el apoyo indirecto vía concesión de garantías como apoyo a sus operaciones.
Aunque nunca me he mostrado a favor de que el Estado se erija como el responsable subsidiario de los problemas del sector privado, tal vez debería intervenir con un impulso razonable en un problema que se ha enquistado, y de cuya resolución se depende más de lo que muchas veces se cree para alcanzar la salida efectiva de la crisis.
En Pymes y Autónomos | ¿Será el MARF la solución a los problemas de financiación de las pymes? Imagen | David Lacarta