Aunque desde unos años para acá nos hemos vuelto mucho más rigurosos en nuestros gastos, todavía hay empresas o departamentos que siguen comprando aprovisionamientos con demasiada 'alegría', muy por encima de lo que realmente podemos necesitar.
Para evitar esta situación lo mejor es racionalizar el gasto utilizando métodos tan cotidianos como el que cualquiera de nosotros puede emplear en labores como el elaborar la cesta de la compra, es decir, priorizando los bienes y/o servicios que podemos necesitar, recurrir al proveedor que nos ofrece una mejor relación calidad-precio, etcétera.
En la práctica muchas organizaciones, en lugar de utilizar esta técnica, fijan sus pedidos en base a estimaciones, con el riesgo que esto tiene, especialmente si se trata de empresas de nueva creación, que no cuentan con la necesaria experiencia histórica.
No obstante, y aunque es cierto que no siempre podemos acertar, debemos buscar el equilibrio basándonos en el sentido común, siendo prudentes y a la vez precavidos a la hora de demandar lo que creemos necesitar. Un ejercicio que debe complementarse necesariamente con un uso eficiente de estos recursos, para así lograr de una manera eficaz la contención de algunos gastos.
En Pymes y Autónomos | ¿Necesitamos todos los 'gastos' que tenemos en nuestro negocio?
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