En esta entrada no voy a hablar de ninguna enfermedad laboral, pero casi. Todos hemos visto algún caso de este tipo de tumor, que si no se extirpa a tiempo puede llegar a dañar algunos órganos, o incluso provocar la muerte.
Como en algunas enfermedades infecciosas, la fuente es externa, algún conocido, cliente o familiar de cliente introduce en nuestra empresa a este agente patógeno. El enchufado.
Como bien he dicho la fuente es a veces un buen cliente, que tiene algún familiar desocupado, o incluso puede ser que la fuente seamos nosotros mismos, que con toda la buena intención del mundo introducimos en el organigrama de nuestra empresa a algún familiar sin mucho que hacer.
Esto, que en principio no debería provocar ningún problema, lo provoca en cuanto resulta que estaba ocioso no porque no encontrara quien lo contratase, sino porque esa es su naturaleza.
No parece peligroso tener a alguien calentando una silla 8 horas al día, cobrando lo mismo que el que se sienta al lado y hace el trabajo de los dos, pero lo es; y más cuando el calientasillas toma consciencia de que la silla es suya, haga lo que haga (deje de hacer lo que deje de hacer).
Llega un momento que, o bien el que hace el trabajo de los dos deja de hacerlo, o se va de la empresa con lo que nadie hace el trabajo. Pero no es esta la peor situación.
La peor situación llega cuando el calientasillas se aburre y empieza a hacer la vida imposible a los demás, lo que era un tumor, no demasiado maligno, se empieza a mutar en un cáncer.
Si no se actúa a tiempo el cancer puede afectar a todo un órgano o acabar matando al cuerpo entero.
Como pasa a veces con determinados tipos de cáncer si se detecta a tiempo y se actúa (se extirpa el tumor) puede salvarse el paciente.
Así que ya lo sabéis, usad protección, si no os queda más remedio que enchufar a alguien, permaneced atentos a su evolución, si el lunar muta, tomar las medidas oportunas.
Un buen cliente o un familiar comprensivo pueden aceptar la verdad ( y tratar de enchufarlo en otro lado)
En cualquier caso es preferible perder un cliente, o el aprecio de un familiar (que poco sería si te manda un tumor) que perder la empresa.
En pymes y autónomos | Bajas por enfermedad que paran la empresa Imagen | Fran Carreira