Las necesidades de nuestro día a día, en lo que a materia laboral se refiere nos hace llevar a que muchas veces nos encontremos fuera de la oficina, lejos de nuestro ordenador, pero con las mismas necesidades. Los teléfonos inteligentes, los tablets, incluso los ordenadores ultraportátiles han hecho que podamos estar conectados en cualquier parte del mundo. Podemos acceder a nuestra oficina en todo momento y lo que es mejor, acceder a los recursos que esta nos ofrece, como pueden ser las impresoras.
Existen varias opciones a la hora de poder imprimir de manera remota sin encontrarnos físicamente en nuestra oficina. Las impresoras se han convertido poco a poco en un elemento más dentro de ella y no se comportan como un mero dispositivo estático, sino que han acabado siendo un potente ordenador en si mismas y nos ofrecen un ingente abanico de posibilidades. Tenemos, a grandes rasgos, tres posibilidades a la hora de imprimir de manera remota en nuestra impresora, vamos a pasar a explicarlas pormenorizadamente.
Tres posibilidades a la hora de imprimir nuestros archivos de manera remota
La primera de todas, y la que más se ha utilizado hasta ahora, ha sido la posibilidad de acceder de manera remota a un ordenador que tenga instalada la impresora que necesitamos. Los sistemas operativos, desde hace muchos años ya, nos han ofrecido la oportunidad de conectarnos a ellos de manera remota. Solo ha sido necesario realizar una sencilla configuración de sistema que ya casi viene por defecto.
Por ejemplo, en los sistemas operativos Windows poseen desde hace tiempo la opción de "Terminal Server" o "Escritorio remoto". Esta opción nos da la posibilidad de crear cuentas de usuario con las cuales acceder a dicho ordenador. Solo será necesario conocer la dirección IP pública tras la cual se encuentra el ordenador que nos interesa y que tiene colgado de él la impresora que necesitamos. De esta manera podremos realizar una "llamada" (denominémoslo así) a dicha IP y conseguir acceder a dicho ordenador y actuar como si estuvieramos trabajando ante él aunque estemos a miles de kilómetros, solo con una conexión a Internet.
Muchas impresoras ofrecen ya la posibilidad de recibir correos electrónicos. En verdad estos dispositivos se han convertido poco a poco en unas potentes herramientas con infinidad de posibilidades. Por ejemplo, es posible configurarles una dirección de correo, la cual al recibir documentos adjuntos en determinados formatos los lanzan a la cola de impresión de manera automática. De esta manera desde un ordenador con acceso a Internet podremos enviar un email con un archivo PDF adjunto a dicha dirección de correo. La impresora al recibirlo lo meterá en cola de impresión de manera automática.
Otra opción son las aplicaciones para dispositivos móviles, ya sean Smartphones o Tablets. Estos dispositivos, aunque aún les falte un trecho para convertirse en un sustituto total del ordenador personal, si que pueden suplir muchas de las necesidades que estos ofrecen y los fabricantes de impresoras se han dado cuenta de ello. Muchos han desarrollado aplicaciones específicas que nos permiten interactuar con la impresora.
Entre muchas posibilidades nos permiten instalar un cliente de escritorio al que acudir para imprimir en nuestra oficina desde cualquier parte del mundo. En parte es algo parecido a lo que comentábamos antes, aunque de una manera mucho más intuitiva. Nuestro dispositivo móvil se comunicará con dicho cliente de escritorio y lanzará cualquier documento que le indiquemos desde nuestro tablet o teléfono inteligente para ser impreso.
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