Cuando pensamos en nuestro futuro profesional y cómo impulsarlo para poder alcanzar el éxito, encontramos que la respuesta es el crecimiento y el aprendizaje continuo.
No se puede confiar sólo en nuestros conocimientos y experiencia actual para mantenernos al día y para poder continuar progresando.
El gran dilema que se plantea es cómo identificar las áreas en las que los esfuerzos de desarrollo producirán un mayor retorno.
Las grandes organizaciones se centran en tres cosas fundamentales, cuál será el motor económico que les impulsará, en qué pueden ser los mejores en el mundo, y qué es lo que más les apasiona.
Para identificar el motor económico dependiendo del área hay que identificar los puntos críticos que se pueden mejorar y hacernos más competitivos, ya sea vía gastos, mediante reducción de costes o mejoras productivas que permitan incrementar nuestra productividad.
Siempre hay algo en lo que podemos destacar sobre nuestros competidores. Conocer bien nuestras fortalezas es el camino para maximizarlas y obtener ventajas competitivas.
Era Confucio quien dijo que haz lo que te apasiona y no tendrás que trabajar ni un día más de vida. Si lo que hacemos nos apasiona realemtne nos permite crear otras perspectivas e interpretaciones respecto a quienes simplemente trabajan por una mera motivación de subsistencia.
Lo fundamental es no obviar que los tiempos cambian, las tecnologías y, por supuesto, la competencia y el mercado. La clave es encontrar las habilidades para poder desenvolvernos en un entorno caracterizado por el cambio permanente.
Imagen | kaboompics En Pymes y Autónomos | Modelo de las cinco fuerzas, conoce la competitividad de tu empresa