"La productividad es un medio para mejorar tu calidad de vida": Entrevista a Aritz Urresti autor del método Las cajitas del éxito
Cuando alguien te dice que el 90% de las decisiones que tomas en la empresa son incorrectas y que llevas toda tu vida profesional haciéndolo algo se remueve en los cimientos de esta persona. Esto es lo que muestra Aritz Urresti con su método de Las cajitas del éxito, una metodología que nos enseña a priorizar y lograr alcanzar nuestros sueños de una manera lógica y con sentido común. Por eso no hemos querido perder la oportunidad de plantearle unas preguntas.
Aritz es ingeniero técnico industrial, CEO de Globalboxes y experto en programas de desarrollo personal y profesional. Lleva ya más de 10 años ayudando a mejorar la calidad de vida de más de 6.500 personas que han pasado por su programa y que, en su libro, dan testimonio de cómo les ha cambiado la vida.
Pero no se trata solo de un método de productividad sino de mucho más, es una guía para aprender a cambiar hábitos y romper barreras mentales. Aprender a pasar de lo genérico a lo concreto, para identificar cuáles son las tareas de alta rentabilidad en nuestro trabajo y aprender a dedicarles más tiempo.
¿Son las Cajitas un método de productividad?
Sobre todo son un método para aprender a priorizar, donde aquellos que no saben priorizar las tareas que son rentables de la vida profesional, porque se trabaja por tareas o por funciones. Las cajitas es un método que te ayuda a llegar a resultados muy tangibles. Pero no solo en la parte profesional, sino que podemos aplicarlos a lo personal. Aplicando las cajitas puedes proponerte unas metas y lograr cumplirlas, predices aquello que es importante para ti y finalmente lo haces.
Las cajitas enseñan a nuestro cerebro a pasar de lo genérico a lo específico. Enseñamos a priorizar, a identificar las tareas que son rentables de su puesto de trabajo, hacemos cajitas de las metas y objetivos que nos marcamos y lo llevamos a la agenda. Analizamos la causa de por qué no cumplo esas prioridades. ¿Por qué el día a día nos va llevando a no cumplir con las tareas que son importantes en la vida?
El libro está lleno de testimonios de gente a la que habéis cambiado la vida y tus clientes son tus mejores embajadores...
Yo he cambiado la vida a cientos de personas en todos estos años, con testimonios de todo tipo de perfiles. Si hablamos de priorizar la familia y la salud por delante de la vida profesional y aplicamos el método, ve que es más eficiente, que dedica más tiempo a las tareas más rentables de su negocio y tiene más tiempo libre para la familia, para ir la gimnasio y profesionalmente le va mejor, le cambia la vida radicalmente.
Una cosa es la teoría y otra cosa es hacerlo, que es lo difícil. Esta metodología te lleva a lograrlo, porque cambia parámetros en tu cabeza, te habla en el lenguaje del cerebro, que funciona por imágenes para que nos haga caso. Lo importante es que la gente sepa para qué hace las cosas. El medio es el trabajo, no el fin, si lo importante son la familia y la salud.
¿Es una curva de de aprendizaje alta para dominar la metodología de Las cajitas?
No se cambia tan fácil. Normalmente trabajo siete u ocho meses con la gente. En el cambio hay tres parámetros importantes. Tenemos el consciente y el subconsciente, que es el que maneja el 98% de las decisiones en nuestro día a día. Este subconsciente es el que quiere el chocolate a la noche, el que trabaja la urgencia, el imprevisto, es el que toma las decisiones a nivel profesional y es el que toma las decisiones incorrectas.
El subconsciente tiene dos herramientas, los hábitos y tus barreras mentales. Se agarra a ellos para defenderse. Es muy difícil cambiar el rumbo y decirle que lo que estaba haciendo estaba mal. A mi me costó cinco meses darme cuenta que el 90% de mis decisiones eran incorrectas y no era rentable.
Lo bueno de esta metodología es que es de sentido común, por lo que al final acaba imponiéndose, pero lleva su proceso para que el consciente se imponga al subconsciente. Tienes que ir asimilando poco a poco y lo que hacemos es darle herramientas al consciente para que gane la batalla.
Si mañana quieres ir a correr, el consciente tiene que mandar un mensaje lo suficientemente potente como para vencer al subconsciente que le dice que otro día, que hoy hace frío y se está muy bien en la cama. Necesitamos un proceso de entrenamiento que nos ayude a vencer, la gente no sabe trabajar bien los "para qué" ni la acción que tiene que realizar cada día. Hay un proceso de sueños, objetivos, metas... Cajitas para que cuando lo metamos en la agenda, el consciente tenga mucha fuerza para poder ganar al subconsciente.
Una de las cosas muy interesantes que comentas en el libro es la parte de escuchar para aprender en la empresa, el jefe que escucha a sus empleados para aprovechar sus ideas, a sus clientes o como normalmente nos quejamos pero no escuchamos y aprovechamos la información que nos están facilitando
El taxista es un ejemplo que me pasa habitualmente. Se quejan de que no tienen clientes pero no saben escuchar para buscar clientes. Me suelen contar sus penas, pero no me preguntan. Llevo seis o siete años que voy a Madrid habitualmente y todavía no hay ningún taxista que me haya fidelizado y me gasto unos 200 euros todos los lunes entre unos viajes y otros.
Somos reactivos y esperamos que el cliente nos entre por la puerta
Romper una barrera mental te cambia la vida. Solo con hacer las preguntas correctas ven que con una hora fidelizando a un cliente han sacado todo el salario del día y tienen 14 libres. Al final el taxista se convierte en un chófer profesional con un horario concreto porque ha sabido romper con sus barreras mentales.
Esto es algo que también se podría aplicar el pequeño comercio, para salir de la espiral de no contrato a nadie porque no tengo ingresos suficientes y estoy un montón de horas muertas en las que prácticamente no hago nada, con tareas de baja rentabilidad y estoy sin vida por este comercio
Se han acostumbrado a que el cliente entre por la puerta. En la venta hay como ocho maneras de lograr clientes, la reactiva es solo una de ellas. Antes funcionaba bien, pero ahora con la crisis y el comercio online lo tiene mucho más difícil.
Luego está la parte proactiva de cómo vender más a mis clientes, de buscar clientes nuevos que entren en la tienda, redes sociales, web, canales y eventos que hay que trabajar activamente. ¿Cuántas tiendas tienen bases de datos para poder mover? Todas las grandes tiendas tienen bases de datos de clientes y fidelizan todos los días, los pequeños comercios no fidelizan. Al final se quejan porque no les entran, pero ellos tampoco hacen nada para que entren.
Con la crisis aprendimos que la tarta ya no bastaba para todos. Pero en muchas empresas lo que se hizo fue lo contrario de lo que debía, reducir en comerciales, quitar publicidad, etc. No salían a buscar la tarta y fue un error. Suelo utilizar una frase que sintetiza muy bien todo este proceso mental.
Como estoy haciendo tareas de baja rentabilidad no tengo tiempo para hacer aquellas que sí me hacen ganar dinero. Esa hora de pensar, donde una peluquera puede estar analizando como sus cuatro peluqueras vendiesen a sus clientes un producto nuevo, o una cita nueva a otro cliente. Y esto pueden ser 500 euros en una hora. De la otra manera estoy ejecutando y mi ganancia son 60. En la empresa hay que pensar más y ejecutar menos.
A veces nos acomodamos en la empresa en esa tarea que sabemos ejecutar bien, porque somos buenos en nuestra profesión pero no tan buenos pensando en qué tengo que hacer para ganar más dinero, nos acomodamos en una "procrastinación activa" para no hacer esas otras tareas que nos cuestan más
Cuando montas una empresa tienes que entender lo que es una empresa. Y tiene la parte comercial, producción y costes. En un momento dado tienes que ir subiendo un escalón y si no sabes repartir tu tiempo vas a entrar en el autoempleo y al final a lo mejor tu negocio muere porque no has conseguido captar más clientes.
Montas un negocio, al principio funciona el boca a boca, pero luego te metes en producción a tope y la parte comercial queda en segundo plano, porque no da tiempo, tampoco podemos hacer las facturas porque estamos produciendo... Trabajas 8.000 horas, no tienen vida personal pero al estar pendiente de mil temas empiezas a fallar también en la producción, a quedar mal con los clientes, se retrasan pedidos y entregas... una espiral donde ellos mismos se intoxican. Trabajas pero no ganas dinero, al menos no el que deberías ganar y acabas sacrificando tu vida personal.
Lo que llama la atención del método de Las Cajitas es que no solo es para personas altamente productivas, como un ejecutivo o el CEO de una compañía, sino que también se puede aplicar a un comercio o para otras áreas de la vida, como la salud o la familia. ¿Es un método que te ayuda a ganar tiempo de calidad?
Yo suelo decir que la productividad es un medio para mejorar tu calidad de vida. Tienes que ser productivo en todas las áreas de tu vida, en la profesional para trabajar menos horas y ganar más, pero también limpiando tu casa para que en lugar de hacerlo durante 13 horas a las semana lo hagas en 7. ¿Qué es mejor estar una hora pasando la aspiradora o pasarla con tu hijo jugando?
El tiempo es limitado y tenemos que aprender a distribuirlo en las áreas de nuestra vida. Si todo lo dedicamos a trabajar y malamente, siempre nos vamos a quejar de que no tenemos tiempo para lo importante. Y al final la salud te para y luego puede ser tarde.
Hace años que trabajo la productividad profesional. De hecho a mi los clientes me vienen buscando para mejorar esta faceta, pero al final las cajitas se aplican a todos los ámbitos y les acaba cambiando la vida. Porque además para cambiar la vida profesional tienes que cambiar la personal. Cuando no tienes nada que te motive para dejar el trabajo estarás hasta las tantas.
Para el empresario muchas veces su negocio es como su hijo pequeño, que le tiene que dar de comer todos los días. Se le dedican todas las horas y más, pero el problema es que el 90% de ellas no son productivas y su vida personal que es para lo que en el fondo trabajan queda en un segundo plano.
¿Y si no somos productivos, estamos malgastando nuestro tiempo y nuestra vida? ¿Hay que ser siempre productivos a tope? No es necesario. Y esto tiene que ver con las vacaciones. Hay que diferenciar entre desconectar y descansar. Si en vacaciones me pongo a hacer cosas que me gustan, por ejemplo bricolaje, pero con la misma intensidad y planificación que en la parte profesional, desconecto pero no descanso. Mi cabeza está siempre en acción.
No tiene que haber pautas ni horarios para no mantenerte en ese estrés. El descanso es la antiproductividad, pero es lo que hay que hacer. Y esto me ha costado mucho aprenderlo porque soy una persona muy activa. Pero necesitas descansar para coger fuerzas. La productividad se tiene que intercalar con periodos de descanso, como ocurre con los futbolistas, que se saturan si no descansan.
Desde aquí queremos agradecer a Aritz su amabilidad para atendernos y responder a todas nuestras preguntas.
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