No todas las personas están obligados a presentar la declaración de la renta en 2022. Existen una serie de circunstancias que eximen al contribuyente de tener que hacer este trámite con Hacienda. En realidad, estas circunstancias dependen de los ingresos obtenidos durante el ejercicio fiscal.
Ingresos mínimos que obligan a presentar la declaración de la renta
Los supuestos que eximen al contribuyente de presentar la declaración de la renta dependen del tipo de rendimiento y de las cuantías obtenidas durante el año fiscal que corresponda. De hecho, en la mayoría de los casos, estarás obligado a presentar su declaración de la renta si tus ingresos anuales superan un determinado nivel, dependiendo del número de pagadores que hayas tenido:
- Para un único pagador, deberás hacer la declaración de la renta si obtienes unos rendimientos del trabajo o actividades económicas superiores a los 22.000 euros anuales.
- Para dos o más pagadores, deberás hacerla cuando obtengas ingresos de más de 14.000 euros anuales, salvo que la suma del segundo pagador y siguientes en conjunto no supere los 1500 euros, en cuyo caso el límite será 22.000 euros.
En este caso, es conveniente recordar que, a efectos fiscales, la Seguridad Social tiene la consideración de segundo pagador si se recibe, por ejemplo, una prestación por desempleo.
Rendimientos de capital mobiliario que obligan a declarar
Los rendimientos del trabajo y actividades económicas no es el único criterio que obligan al contribuyente a presentar la declaración. También estarás obligado a hacerla si tus rendimientos del ahorro superan los 1600 euros, o la suma de los siguientes conceptos:
- Los rendimientos del capital mobiliario (como los intereses de depósitos o los dividendos de acciones).
- Las ganancias y pérdidas patrimoniales (la venta de participaciones en un fondo de inversión, por ejemplo).
- No se incluyen las ganancias obtenidas por la inversión en títulos de deuda pública, como las letras del Tesoro.
Otros supuestos por los que es obligatorio declarar
También estarás obligado a presentar la declaración de la renta si obtienes, en conjunto, más de 1000 euros de las siguientes fuentes:
- Rentas inmobiliarias imputadas.
- Subvenciones para adquisición de viviendas de protección oficial.
- Rendimientos de letras del tesoro y otros títulos de deuda pública.
- Otras ganancias patrimoniales derivadas de ayudas públicas.
¿Y quién está eximido de presentar la declaración?
A pesar de esta regla general, existen algunos supuestos que eximen al contribuyente de presentar la declaración. Esto se aplica a aquellos contribuyentes que, en conjunto, hayan obtenido las siguientes rentas:
- Menos de 1000 € anuales incluyendo rendimientos íntegros del trabajo, de capital o de actividades económicas, o ganancias patrimoniales.
- Tampoco quienes declaren exclusivamente pérdidas patrimoniales inferiores a 500 €.
Todos estos supuestos se aplicarán tanto en tributación individual como en tributación conjunta. Para estos límites, no se tendrán en cuenta las rentas exentas, como la prestación por paternidad, la indemnización por despido o las pensiones compensatorias del cónyuge o anualidades por alimentos que procedan de decisión judicial, entre muchas otras.
¿Cómo saber si tengo que hacer la declaración de la renta?
La mayoría de contribuyentes saben si están obligados a presentar la declaración porque sus únicos ingresos provienen de su sueldo como trabajadores por cuenta ajena o por su facturación como trabajadores autónomos. Sin embargo, cuando se introducen otras variables, como el número de pagadores, algún inmueble alquilado o ingresos provenientes de dividendos, el cálculo se complica.
Por eso, la mejor opción para saber si estás obligado a presentar la declaración de la renta es solicitar el borrador y comprobar si los datos consignados por la Agencia Tributaria son correctos. En algunos casos, Hacienda no dispondrá de toda nuestra información fiscal, así que será necesario incluir nuevos datos y hacer la simulación a través de Renta Web.