Con el cierre del ejercicio es necesario comprobar que las existencias de los sistemas de información contable de la empresa coinciden con lo que realmente hay en almacén, pero la realización del inventario físico completo puede significar una tarea extraordinariamente difícil, costosa y engorrosa.
La realización del inventario habitualmente ocupa un día completo, lo que implica el cierre del establecimiento al público durante ese día. Cerrado por inventario es un cartel que suele asomar en muchos establecimientos algún día de finales de diciembre y principios de enero.
El coste de la realización del inventario
En la mayor parte de los casos el inventario es realizado por el propio personal de la empresa, si este se produce durante la jornada laboral se deberá considerar el coste bruto del día de trabajo de los empleados que intervienen en él, además de las horas extras que pudieran devengarse si el conteo se alarga más allá de la jornada habitual.
Si el recuento se produce con personal externo por ser de excesiva envergadura y complejidad el coste vendrá dado por el precio acordado con la empresa proveedora de mano de obra para la realización del inventario.
Además se deberá dotar a los integrantes de los medios necesarios para la realización del inventario: calculadoras, bolígrafos, soportes para apoyar papeles o libretas, lectores ópticos, etc.
Pero sin duda el coste más importante es el ocasionado por las perdidas de ventas que se producen por el cierre del establecimiento, por lo que es importante buscar un día en el que se minimice este coste.
Del resultado del conteo también se pueden derivar perdidas por diferencias de inventario, que aunque no es un coste propio de la tarea, es el motivo por el que se realiza el inventario, pero una vez detectadas es muy importante analizarlas para evitar que se vuelvan a producir.
Imagen | Bryan Mills
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