Todos conocemos que los autónomos están atravesando por una particular crisis, en la que a los efectos derivados del estancamiento económico y la escasa demanda de bienes y servicios, se le suma la inacción del Gobierno para presentar los incentivos necesarios para reactivar el motor económico de nuestro país, los pequeños empresarios.
Hoy me ha llamado la atención un post del blog “Trabajar por Europa”, en el que se compara el trato fiscal que se les aplica a este colectivo de profesionales en Alemania, y en España, destacando que mientras en el caso español un profesional independiente ha de pagar 300 euros de media en impuestos, en el país germano solamente 140 euros, además de percibir otras ventajas como la exención fiscal con la que se cuenta en el caso de que nuestro beneficio neto no llegue a superar la barrera de los 1.700 euros.
Con estas diferencias no es de extrañar que cada vez más profesionales esté sopesando probar suerte con sus proyectos en este país centroeuropeo, que además de lo anterior cuenta con otro ritmo económico, y con una economía mucho más tecnificada.
Tal vez, de todas las diferencias a la que se apunta en el artículo, la que más valore sea la seguridad con la que cuentan los emprendedores con el hecho de que no tendrán obligaciones fiscales hasta que sus negocios proporcionen beneficios. No es de extrañar que en España seamos mucho más aversos al riesgo que los alemanes, pero a su vez, pueden comprobar que este indeseable destino se puede cambiar instrumentalizando las políticas adecuadas.
En Pymes y Autónomos | ¿Se imagina que pudiéramos elegir el mejor marco legal para nuestra empresa?
Imagen | cesar