Controlar dinero en efectivo es una de las obsesiones de Hacienda. Al fin y al cabo, es un activo vinculado a actividades como fraude fiscal y la economía sumergida. Vigilar a ciertos negocios y sectores donde se mueve el dinero en efectivo, es el objetivo. Entre esos contribuyentes están los autónomos.
La Agencia Tributaria publica en su Plan Anual de Control Tributario y Aduanero las líneas maestras del organismo para cumplir durante todo el ejercicio fiscal. Y como queda claro en el Boletín Oficial del Estado, el dinero en efectivo y su uso indebido es una de sus prioridades.
Hacienda afirma que mantendrá su presencia en aquellos sectores y modelos de negocio en los que se aprecie alto riesgo de existencia de economía sumergida, con especial atención al uso intensivo de efectivo o al empleo de métodos electrónicos de pago en el extranjero, así lo recoge Autónomos y Emprendedores.
Estas son las pistas para Hacienda de que un negocio usa de manera fraudulenta el dinero en efectivo
En el plan anual Hacienda deja claro que tanto las actuaciones o visitas de un técnico a un particular o negocio, se darán cuando se detecten este tipo de incidencias:
- No admitir pagos con tarjeta bancaria.
- Contar con rentas que procedan de la entrega de bienes o prestaciones de servicios realizados directamente al consumidor final.
- Señales de riqueza, de patrimonio, de rentabilidad o información financiera.
¿A qué sectores vigila entonces la Agencia Tributaria? Por norma general, no suele haber ninguna referencia por su parte. Sin embargo, en 2023 sí se pronunció cuando mencionó a un grupo sometido a una vigilancia especial, se trataba de la construcción y las reformas.
Para ser exactos, la construcción inmobiliaria, especialmente el área de rehabilitación y reformas. A estas prácticas se les llama 'peinados fiscales', que no es otra cosa que las visitas del personal de Inspección.
Estas visitas tienen un objetivo, la obtención de información, la comprobación de la fiabilidad y calidad de la información censal, y la detección de comportamientos irregulares en materia de facturación.
Los pagos en efectivo tienen un límite y Hacienda lo ha cambiado
Aunque parece que nos hemos acostumbrado a pagar con tarjeta, todavía hay muchos ciudadanos que prefieren hacerlo con dinero en efectivo. en la mayoría de negocios, pagar con dinero en metálico es lo normal, sin embargo, aún hay sectores donde esto no sucede.
Los límites de pago en efectivo se implantaron en 2021, y ya se advertía que el empleo de efectivo por encima de los máximos admitidos por la norma serían objeto de atención por parte de Hacienda.
Para ponerlo más complicado a todo aquel que pretenda cometer fraude, la reducción del uso de dinero en efectivo se redujo de 2.500 euros a 1.000 euros, en operaciones donde cualquiera de las dos partes sea empresario o profesional.
Existe otro límite, éste es de 10.000 euros y sólo se podrá dar cuando el pagador sea una persona física que justifique no tener su domicilio fiscal en España y, por supuesto, no actúe en calidad de empresario o profesional.
Respecto a las sanciones en caso de incumplir estos límites son del 25% de la cuantía pagada en efectivo y que haya rebasado ese límite aprobado por la ley.