"El desatascador que la desatasque buen desatascador será"
La no aprobación y contabilización de las facturas de proveedores y acreedores puede tener las siguientes consecuencias:
Encontrarnos con cargos en el banco (caso de los recibos domiciliados) que nos generen partidas pendientes de conciliación, es decir tenemos una partida en nuestro extracto bancario no contabilizada por la empresa.
Recibir reclamaciones de proveedores y acreedores por el impago de sus facturas (caso de pagos por transferencia, cheques o pagarés.
Pero,¿Por qué se producen estos "atascos" en los flujos de aprobación de las facturas?
La casuística puede ser amplia y diversa dependiendo de cada empresa, pero algunas razones pueden ser:
- Retrasos en la recepción.
- No se asocian a pedidos, proyectos o presupuestos.
- Proveedores y acreedores que no están dados de alta en los sistemas informáticos.
- No se direccionan en primera instancia a la persona responsable de la aprobación.
- Incorrecciones en las facturas que provocan la devolución de las mismas.
- Extravíos.
- Retrasos en la contabilización.
- Flujos de aprobación demasiado largos al tener que pasar la factura por la supervisión de demasiadas personas, etc.
Tenemos que tener en cuenta que si queremos cumplir la legislación vigente (Ley de Morosidad, la Ley 15/2010, de 5 de julio), así como cumplir con nuestros compromisos de pago con nuestros proveedores, debemos pagar nuestras facturas a 60 días desde la fecha de recepción de las mercancías o prestación de los servicios.
Según la Real Academia Española un atasco es un impedimento que no permite el paso, por lo que para desatascar las facturas debemos de ser plenamente conscientes de los impedimentos que no permiten que las facturas sean aprobadas y pagadas en los plazos acordados, a no ser de que la falta de liquidez atasque las facturas a la espera de materializar cobros o conseguir financiación, pero esto ya es un tema a tratar en otra ocasión.
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Imagen | De la Cigoña
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La factura atascada pendiente de aprobación