El Foro de Grandes Empresas y la Agencia Tributaria han anunciado hoy la creación del código de buenas prácticas tributarias. Este código pretende mejorar la colaboración entre las grandes empresas y la Administración Tributaria y reducir, de esta manera los conflictos y la litigiosidad.
Este tipo de acuerdos se enmarcan dentro de las medidas recomendadas por la OCDE y España será el primer país que cuenta con un código así. La Ministra de Economía, Elena Salgado, señaló que este código tiene como misión la prevención, "como factor más importante" en la lucha contra el fraude, así como facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales a los contribuyentes.
Los acuerdos alcanzados implican a la Agencia Tributaria, que se compromete a aportar una mayor seguridad jurídica en la aplicación e interpretación de las normas tributarias, dará publicidad a los criterios de aplicación general y facilitará las consultas previas y el establecimiento de criterios sobre el tratamiento tributario de operaciones especialmente complejas.
Las empresas, por su parte, adoptarán un compromiso con la transparencia y la cooperación en la práctica fiscal y en la detección de prácticas fraudulentas con la Administración.
El Código se divide en tres partes, una dedicada a la transparencia, buena fe y cooperación con la Agencia Tributaria en la práctica fiscal empresarial. Para ello, las empresas evitarán el uso de estructuras opacas con finalidades tributarias y colaborarán con la Agencia Tributaria en la detección y búsqueda de soluciones a prácticas fraudulentas en los mercados.
La segunda sobre la transparencia y seguridad jurídica en la aplicación e interpretación de las normas tributarias por parte de la Agencia y, la última, trata sobre la reducción de la litigiosidad, a este respecto ambas partes procurarán reducir los conflictos y potenciarán el acuerdo en todas las fases. Según fuentes de Economía, en el caso de los grandes expedientes fiscales los litigios puede llegar a durar hasta quince años.
Evidentemente este código deja fuera a las pymes, que ni tienen estructuras tan complejas de "ocultación de información", ni pueden escapar con tanta facilidad del control de la Agencia Tributaria. Desde luego sí que sería de gran utilidad que Hacienda diera mayor difusión a sus criterios y estos tuvieran un carácter menos arbitrario. Si con este acuerdo se consigue, también, una reducción del número de litigios que afectan a los autónomos y las pequeñas empresas podremos ver algo más que un pacto de "no agresión" en las alturas.
Vía | Europa Press En Pymes y Autónomos | El nuevo Plan Antifraude que viene Imagen | Síndrome feliz