En estos días se debatía en el Senado un paquete de iniciativas para mejorar la prestación de servicios hosteleros y turísticos que generaran una bajada del IVA en servicios hosteleros y turísticos y de tasas aeroportuarias. Básicamente se solicitaba: * IVA superreducido para los establecimientos turísticos (actualmente al 7%) * Reducción al 50% de tasas aeroportuarias y portuarias. * Mejoras en las bonificaciones y deducciones en I+D+i para reducir el impacto fiscal. Esta medidas han sido rechazadas hoy por el pleno del Senado y se mantiene el mismo marco fiscal que existía sin alterar la tipología impositiva en hosteleria ni en servicios turísticos. Como vemos, era esperable que el ejecutivo no diera su brazo a torcer en la mejora impositiva del consumo, dado que puseo en plan hace unas semanas el plan FuturE, con una dotación presupuestaria de 400 millones de euros. ¿Diferencias? Muchas y obvias. El Plan Futur-E requiere la inversión empresarial y no tiene porqué mejorar el consumo, dado que no existe una traslación directa en precios. Por contra, una bajada de impuestos indirectos, mejora las espectativas de consumo al poder permitir un abaratamiento en precios manteniendo costes.
Lógicamente, las medidas que favorezcan el consumo serán las más adecuadas en estos momentos, pero estamos siguiendo el camino contrario al elevar el IVA. Conclusión; a partir de julio veremos lo que opinan los consumidores finales, no sólo a nivel turístico, sino en todos los sectores.
Vía | Diario del Viajero En Pymes y Autónomos | Ideas para empresas turísticas en crisis, Hosteleria Imagen | César Astudillo