Desde hace años Hacienda ha facilitado al contribuyente herramientas para que pueda realizar su declaración de forma sencilla, desde el programa PADRE, que se instalaba en los equipos a los más recientes como el más reciente Renta WEB que se genera online directamente en los servidores de la AEAT. A la hora de realizar pruebas para ver cómo nos quedaría la declaración en diferentes supuestos tenemos disponible, RENTA Web Open versión 2020, el simulador online de la Agencia Tributaria.
Y esto es algo que no le gusta a mucha gente. No acaban de fiarse de que estas simulaciones o de que no quede grabado como borrador en los servidores de la Agencia Tributaria. Lo cierto es que el servicio tiene diferentes limitaciones. Si queremos empezar y no terminamos el proceso, podemos descargarnos un archivo, para una vez que queremos retomarlo, lo volvemos a cargar.
Precisamente por el hecho de no guardar los datos en los servidores de Hacienda, se supone que estos datos siempre permanecen en nuestros ordenadores. Se pueden realizar tantas simulaciones como sean necesarias y para ello basta con renombrar los archivos de forma diferente. De esta manera es fácil comparar si hemos variado algún dato.
También tenemos acceso a las ayudas de la Agencia Tributaria, gracias al asistente virtual, que en todo momento nos guía ofreciendo la información necesaria. La ventaja es que podemos guardar la información, revisar la documentación, ver el vídeo o aclarar nuestras dudas y después continuar con el proceso.
Hay dos grandes inconvenientes con este simulador:
Por un lado no se pueden importar los datos fiscales que podemos descargar desde la propia AEAT, por lo que todos los datos económicos tendremos que incluirlos a manualmente, lo que hará más lento todo el proceso.
Una vez concluido el proceso no se puede presentar directamente. Esto hace que si vamos a presentar por Renta WEB como mucho podemos tener cargada la simulación en un navegador y copiar y pegar en Renta WEB abierto en otro diferente.
Hay que tener en cuenta que está orientada hacia el contribuyente, no hacia el profesional fiscal y tributario que ya cuenta con programas más potentes que le permiten hacer simulaciones, trasladar los datos después y presentar directamente sin ningún tipo de problemas.
¿A quién le interesa hacer pruebas? A todos aquellos que han estado en ERTE y que van a tener que presentar declaración, muchos de los cuales les saldrá a pagar al no tener retenciones del SEPE. Y de esta manera al menos pueden planificar cómo gestionar este gasto para muchos inesperado.