Emprender a través de una franquicia puede ser una buena opción para comenzar un negocio cuando no se tiene buena experiencia o se quiere acceder a un modelo de negocio ya testado y de éxito.
Actualmente, en España, el año 2022 acabó con 71.145 establecimientos franquiciados, detrás de los cuales hay personas con distinto perfil, como inversores pero también pequeños emprendedores que ponen todo su futuro confiando en el franquiciador, con lo que esto significa.
La importancia de contrato de franquicia y sus cláusulas
En cualquier caso, para cualquiera que vaya a abrir una franquicia, un elemento clave es el contrato y sus cláusulas, donde se establece por lo que estás pagando, lo que puedes o no hacer, y las obligaciones que, a la hora de firmarlas, no le das importancia, pero que pueden ser las que te hundan en un momento dado.
Lo siento, espero que estas personas no se enfaden conmigo, pero conozco gente que han abierto una franquicia - y cerrado-, por hacerlo casi sin información del franquiciador, después de habérselo advertido, o, incluso, sin haber leído el contrato que firmaban.
Por eso, vamos a examinar juntos las principales cláusulas que puedes encontrar en un contrato de franquicia.
Territorio exclusivo y limitaciones geográficas
Existen cláusulas por las que el franquiciado tiene una exclusividad geográfica, que hace, que en su localidad o región, no se permita operar a franquicias de la misma marca, lo que puede aumentar la rentabilidad o tener a un mercado potencial cautivo.
Esta cláusula que parece positiva también puede tener el lado negativo ya que limita las posibilidades de crecimiento o captación de clientes de otras zonas.
Duración del contrato de franquicia
Debes poner atención a los años de duración del contrato, ya que, por un lado, para un contrato que funcione bien, un contrato de larga duración, da garantías y seguridad al franquiciado.
Pero, por otro lado, conozco casos, que un número elevado de años en el contrato trae problemas, no solo por la difícil adaptación del negocio a los cambios del mercado, de hábitos del consumidor o de la generación de nuevos competidores, sino también por penalizaciones por cerrar antes de ese plazo previamente estipulado.
Entre las cláusulas que afectan a la duración, también se deben vigilar aquellas referentes a la renovación del contrato, no sea que consigas cierto éxito con la franquicia y, llegado el momento, no puedas seguir con ella.
Cláusulas de obligaciones y responsabilidades
Puede haber muchas cláusulas de este tipo, pero no llueve a gusto de todos, ya que puede ser positivo que el contrato tenga claramente detalladas las obligaciones y responsabilidades de ambas partes, ya que evitará malentendidos y conflictos entre el franquiciado y el franquiciador.
Pero también tiene un lado negativo, ya que si son demasiado restrictivas puede limitar la capacidad del emprendedor para tomar decisiones o adaptarse rápidamente a las circunstancias locales.
Derechos de propiedad intelectual
El uso de la marca y los productos o los procesos es la parte fundamental del contrato, pero siempre que se pague un precio acorde a su valor. Son cláusulas que permiten usar una marca consolidada y reconocible en el mercado.
Lo que está claro, es que es positivo explotar esta propiedad intelectual, pero impedirá que, con el tiempo, puedas generar marcas propias o hacer crecer otras líneas de negocio en base a esa franquicia. El franquiciado tiene derecho a utilizar la marca y productos del franquiciador, lo que puede ayudar a crear una imagen de marca sólida y reconocible.
El suministro de productos o servicios
Se trata de cláusulas por las que el franquiciado puede acceder a productos y servicios de alta calidad y con un precio pactado, que se entienden ventajosos por la exclusividad y por sus costes al tener la central economías de escala.
Existen problemas con estas cláusulas, ya que prohíben la implementación de cualquier línea de productos complementarios y la posibilidad de hacer ventas cruzadas, o lo que es peor tener que usar servicios del franquiciador, que lo mismo los consigues más baratos por tu cuenta.
Canon de entrada: precio vs valor
Se trata de una de las cláusulas más conocidas, que permite pagar por acceder a todo el know-how del franquiciador, su tecnología y/o la venta de sus productos.
El principal problema de este canon de entrada y en general, en la valoración de una franquicia, viene determinado por si lo que estás pagando tiene valor o si lo puedes montar por tu cuenta y acceder a la misma masa de clientes.
Canon e inversión en publicidad
Son cláusulas donde, gracias al pago del franquiciado se beneficia de las campañas de publicidad y marketing de la marca, lo que puede ayudar a aumentar la visibilidad del negocio.
Lo que debes tener en cuenta es que a lo mejor, con ese mismo dinero que se exige en promoción, puedes realizar campañas más efectivas para tus potenciales clientes, ya que la publicidad general del franquiciador en ocasiones no se adapta a tu necesidades de marketing local.
En cualquier caso, se trata de analizar las cláusulas como las de cualquier otro contrato, ya que el franquiciador las establece, en ocasiones, para garantizar su modelo de crecimiento global, no pensando en lo que te suceda en determinado mercado local. El sabe que si no eres tú la persona que abra será otra la que lo haga.