El Consejo de Ministros celebrado hoy ha aprobado el anteproyecto de ley de Unidad de Mercado con el que se pretende acabar con las dificultades administrativas que encuentran las empresas a la hora de adaptarse a las distintas normativas autonómicas.
Según se ha avanzado será de aplicación la normativa de la comunidad de origen y las empresas no tendrán que adaptarse a las normativas particulares en materia comercial y de consumo de las Comunidades de destino de sus productos.
Para muchas empresas que operan a nivel nacional supone una enorme dificultad el cumplimiento de diferentes normativas (nacionales, autonómicas y locales) que están en vigor en las comunidades en las que tienen presencia o están sus clientes.
Esas normas diferentes pueden afectar al envasado, etiquetado, sistemas de distribución de productos, licencias, etc. Lo que supone una gran traba para el desarrollo de la actividad de estas empresas.
Con este cambio no se consigue unificar la legislación, cada comunidad seguirá teniendo competencias para desarrollar las normas que considere oportunas al respecto, pero sí elimina esas trabas a las empresas que deberán aplicar la normativa de su territorio de origen, independientemente de que la legislación en destino sea diferente.
El planteamiento es positivo desde el punto de vista de que se eliminen esas trabas, pero queda muy lejos de la unidad de mercado, de tal forma que puedan darse situaciones discriminatorias para empresas que compitan y que deban aplicar criterios o normas diferentes para operar en el mismo mercado.
La mejor solución sería una normativa común, pero a falta de ésta por lo menos que los obstáculos para operar sean los menos posibles.
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