Uno de los problemas que pueden tener las empresas en relación al coronavirus es que sus propios empleados se infecten. Por eso es importante tomar las medidas oportunas y para ello Trabajo inspeccionará empresas para evaluar las medidas sanitarias adoptadas por el COVID. Se trata de asegurar que las compañías cumplen con las medidas de seguridad necesarias para evitar el contagio.
Las empresas son las primeras interesadas en la adopción y cumplimiento de las medidas. Por un lado porque tienen que velar por la salud y seguridad de sus trabajadores. Por otro, porque un positivo en una empresa que no puede adoptar el teletrabajo supondría el cierre de la misma y confinamiento de todos o gran parte de sus empleados si no se han tomado medidas de separación entre ellos.
Según el criterio técnico publicado (PDF) por Inspección el objetivo de las visitas será comprobar que se están tomando medidas de protección. Se encargarán de realizar estas visitas personal de las Comunidades Autónomas para revisar las medidas de ventilación, limpieza y desinfección de acuerdo a las características del puesto de trabajo. No es lo mismo una oficina que un matadero, como se ha visto por la cantidad de brotes en instalaciones de estas características.
También es muy importante la distancia de seguridad, organización de turnos o flexibilizar horarios de entradas y salidas para evitar aglomeraciones y horas punta. Aquí también es importante primar el uso del teletrabajo, no solo cuando no queda más remedio por confinamiento, sino como una medida muy eficaz como método de prevención.
Incumplir estas medidas se considerará infracción grave, sancionada con entre 2.046 y 40985 euros. No olvidemos que provocar un brote por omisión de sus obligaciones, además de un delito contra la salud de los trabajadores lo sería también contra la salud pública. No sería el primer caso de empleados obligados a seguir trabajando pese a tener síntomas compatibles con coronavirus o incluso confirmación del mismo. Además las sanciones pueden ser acumulativas.
Para muchos pueden suponer más trabas para desarrollar la actividad, pero lo cierto es que su incumplimiento ha llevado en muchos casos a rebrotes que han obligado a cerrar no solo el negocio que no tenía una buena prevención, sino otros próximos, clientes afectados, etc.