Análisis del día a día de un autónomo, así se pierden muchas horas de trabajo
Hoy es un día festivo en la que muchos autónomos están de vacaciones. Quizás sea un buen momento para reflexionar e intentar cambiar algunos hábitos que hacen que nuestro día a día sea mucho más estresante. Porque uno de los males del autónomo es la falta de tiempo o más bien su incapacidad para administrarlo correctamente.
Seguro que alguna vez habéis oído aquello de no me basta un día de 24 horas, tendría que tener 30. O 36 o 48... No importa, tampoco bastarían. Si gastamos nuestro tiempo de forma ineficiente llenaremos todas esas horas extra con los mismos malos hábitos que ahora nos hacen realizar jornadas de 10 o 12 horas cada día.
Si no se a qué dedico mi tiempo no puedo cambiar mis hábitos
Por eso si queremos saber cómo mejorar nuestro día a día el primer paso es analizarlo. No se trata de un día concreto, sino más bien de sacar conclusiones de una semana o un mes. De aquí ir viendo patrones de comportamiento de los que muchas veces no somos del todo conscientes pero que se llevan muchas horas en nuestro día a día.
¿Cuánto tiempo dedicamos a tareas facturables? Es algo sencillo de analizar en un día, pero también extrapolable a una semana o un mes. De todas las horas que hemos trabajado, ¿cuántas podemos facturar? A partir de aquí ya tenemos un índice de lo que podemos mejorar.
De las tareas que no facturamos, ¿cuántas de ellas nos ayudarán a mejorar la facturación en el futuro? Hay una parte de trabajo del autónomo que son trabajos enfocados a ganar clientes, a ensanchar su base de clientes y que a largo plazo son tareas de alta rentabilidad.
A veces echar la vista atrás y pensar en por qué nos hicimos autónomos resulta de gran ayuda
Pensar más y trabajar menos, puesto que para lograr mejorar nuestra facturación muchas veces hay que planificar mejor y trabajar menos. Como profesionales nuestro precio por hora puede ser de X. Como empresa nuestro objetivo es que el rendimiento por hora sea de 10X. Por eso es fundamental dedicar tiempo a crear una estrategia nos permita crecer como empresa, también para el autónomo.
Las reuniones que no sirven para nada o que en 15 minutos podrían resolverse los temas tratados y que acaban por alargarse un par de horas. Hay que saber cortar con los clientes, de forma educada, pero planificar una reunión para que no se alarguen más de lo necesario.
Saber gestionar las urgencias, para dar un servicio que muchas veces es imprescindible, pero que no comprometa el trabajo importante que tenemos planificado para ese día. Lo que para un cliente puede ser urgente, para nosotros no tiene porqué serlo.
El tiempo que perdemos en traslados, no solo de desplazamiento sino muchas veces aparcando. A veces sale más rentable buscar un taxi o utilizar transporte público donde podemos ir avanzando, coordinando otras cuestiones con otros clientes, etc. que ir con nuestro propio vehículo.
Exceso de planificación puesto que si tenemos todas las horas de nuestra agenda completas será muy complicado encajar cualquier imprevisto o retraso. En este sentido parece que trabajaremos más si no quedan horas libres, cuando la realidad será que tendremos a más clientes descontentos por retrasos, trabajos no entregados, etc.
Pequeños cambios que pueden mejorar tu vida profesional
Estos son solo algunos puntos, pero para cada sector pueden ser diferentes. Seguro que si analizamos nuestro día a día encontramos muchos momentos en los que podríamos actuar de otra manera. El objetivo es ver una mejora y trabajar para cambiar esta forma de actuar. Después volver a analizar y sacar otro aspecto que podemos optimizar.
El resultado de este trabajo de análisis a corto y medio plazo va a ser una reducción del estrés y una mejora de las tareas terminadas. A medio y largo plazo vamos a tener más tiempo libre y una mejora de la facturación, al dedicar más tiempo a ver cómo podemos mejorar nuestra empresa y no tanto a nuestro trabajo como profesionales.
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Imagen | Brett Sayles