Ansiedad laboral, así limita la productividad de los empleados

Ansiedad laboral, así limita la productividad de los empleados
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Uno de los problemas a los que se enfrentan prácticamente casi todos los trabajadores es la ansiedad laboral. Se trata de un estado de ánimo, de inquietud emocional que puede acabar por bloquearlos y limitar de forma notable sus capacidades. Es complicado ponerle una solución, ya que las causas pueden ser múltiples.

El principal problema que produce es una falta de concentración en lo que está haciendo. Pero también irritabilidad, inseguridad, problemas para descansar o dolores musculares. Esto puede provocar también un aumento de los accidentes laborales, al estar pensando en otras cosas mientras estamos trabajando.

Entre otras podemos citar la precariedad laboral o el miedo a perder el trabajo. A media que estos ingresos son más importantes para su sustento, la angustia y ansiedad provocada puede ser mucho mayor. Este es uno de los más complicados de resolver, ya que en muchas ocasiones los contratos temporales no irán más allá de su fecha de finalización.

Sin embargo, en otras ocasiones es la propia empresa la causante de este estrés laboral, con presiones, amenazas del tipo "si no te gusta ya sabes donde está la puerta" o "hay muchos en el paro a los que les gustaría hacer este trabajo". Un mal ambiente laboral es la primera piedra para tener empleados angustiados y que no rindan al nivel esperado.

En otras ocasiones la ansiedad laboral se deriva de un problema de exceso de tareas. Aquí lo más adecuado es pedir ayuda, a compañeros, a nuestros supervisores, para no llegar a un punto de ruptura donde quedemos totalmente bloqueados. El resultado en todo caso siempre es el mismo, un bajo rendimiento.

En el caso de problemas personales o familiares es más complicado aliviar esta angustia que nos afecta también en el ámbito laboral. A veces lo que nos ayuda es el propio trabajo, tener la mente ocupada. Pero también otras actividades como el ejercicio físico nos ayudan a limpiar nuestra mente y afrontar los problemas, tanto personales como laborales desde otro punto de vista.

En Pymes y Autónomos | Cómo dejar atrás el estrés laboral

Imagen | lynnalynn0

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Comentarios cerrados
    • Ayer le han dado los objetivos para este año a una persona que conozco. En una empresa de esas que todo el mundo habla maravillas.
      Parte de su trabajo se resume en un parámetro que se obtiene día a día y que se da en un número con un decimal que, cuando más alto es peor, y que es más fácil subir que bajar.
      La media del año pasado ha estado alrededor del 3. Puede llegar en días malos al cuatro o al cinco. Esto último sólo lo hacen empleados nuevos, o en casos muy puntuales, cuando hay imponderables.
      El mejor día del año pasado se consiguió un 1,7.
      Pues le han puesto un objetivo de 1,5 DE MEDIA. O sea, es como si a un comercial de una tienda de polvorones, le dicen que la media de venta para el año que viene es el dato de la venta de Diciembre.
      Ahora, si eso, seguimos hablando de ansiedad laboral. Lo que hay es una cultura empresarial de mierrrrrrrrda, en este país, donde muchos creen que la única manera de funcionar es la de tener acogotado al empleado.

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    • Avatar de ariasdelhoyo Respondiendo a ariasdelhoyo

      Estoy de acuerdo contigo, gran parte de la ansiedad laboral la provoca la propia empresa... y precisamente por eso tienen que tomar conciencia que no por ello sus trabajadores harán mejor su trabajo...

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    • Avatar de miniyo73 Respondiendo a LosLunesAlSol

      Es que no sé de dónde ha salido esa retorcida idea de que se trabaja mejor bajo presión. No digo yo, que si la gente no tuviera un objetivo o unos fines, a lo mejor se relajaba, pero no creo que la cosa vaya por ahí. Yo, toda la vida, he trabajado mejor cuando el ambiente era agradable. De hecho, recuerdo estar en una empresa con un encargado muy gilipuertas, que estaba todo el día metiendo prisa organizando mal el trabajo y amenazando con la puerta, y que la producción subía cuando estaba de vacaciones. Pero no era una impresión, era la realidad, que se veía en las gráficas. El mismo día que se iba de vacaciones, subía la producción, se estabilizaba en un diez o un quince por ciento más, hasta que venía. Su único argumento para hacer las cosas era, porque sí y punto. O sea, que de los doce meses de produccíón de esa empresa, once meses se estaba por debajo del nivel normal, por la ansiedad que provocaba este elemento, que nunca estaba agusto con lo que hacíamos. Lo cachondo era que cuando venía, veía las cifras y decía, ¡vaya, parece que os habéis estado tocando los huevos mientras no estaba! y eso viendo que la producción había subido. Nunca supe si lo decía de broma, si realmente no lo veía, si no lo entendía, si lo entendía y quería disimular, si todo lo anterior junto...
      Lo dicho, cultura empresarial cero.

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