Cuando se habla de digitalización en la empresa muchas veces se asume que se ahorrará tiempo, tendremos más información, dejaremos de hacer dos, tres o varias veces las misma cosa y sobre todo vamos a tener control del negocio para ajustar mejor nuestros márgenes. Por aquí es donde viene la recuperación de nuestra inversión. Pero aunque la digitalización te hace el trabajo más fácil, hay que ponerse al día para rentabilizarla.
Una empresa que implanta un ERP, que integra sus sistemas, que tiene información en tiempo real de su negocio no logrará rentabilizar esta inversión si luego no lo utiliza para tomar las decisiones adecuadas. Por un lado existe la necesidad de formación para saber explotar la herramienta. Por otro, comenzar a nutrir de información la misma.
El problema empieza a surgir cuando realmente vemos que no tenemos tiempo para hacer todo esto. Con gestionar el negocio, organizar a los empleados, impuestos, estar en el día a día, etc. no nos dan las horas o no queremos asumir la responsabilidad de ir trasladando todos estos datos dentro de nuestro sistema.
Esto provoca que los informes, cuando los necesitamos no estén actualizados, no sean reales o no cumplan con nuestras expectativas. Si no has metido todas tus ventas, no tendrás información real. Si la mitad de las veces los albaranes de pedidos no se han pasado, no podrás tener información real de stock ni de almacén.
Cuando te toca negociar con un proveedor el coste de un producto, no sabemos cuánto nos han vendido o el precio medio del producto se ve alterado. Nuestras posibilidades de tener un mejor trato comercial menguan. Y si no somos más competitivos, no recuperamos la inversión realizada.
La implantación de una nueva rutina de trabajo tiene que venir impulsada de forma decidida por la dirección de la empresa. Son ellos los que tienen que liderar el cambio, los mandos intermedios los encargados de que todo el mundo utilice la nueva metodología. A veces cuesta romper con esta rutina, poner en marcha un nuevo sistema de gestión y para que funcione bien hay que dedicarle tiempo y sobre todo establecer los flujos de trabajo y las rutinas adecuadas que lo mantengan.
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