Uno de los obstáculos más comunes para los nuevos administradores, gerentes o jefes de equipo es no establecer los límites adecuados en su nuevo trabajo, especialmente no asignando responsabilidades claras y específicas a cada uno de sus colaboradores.
Cuando se asume la responsabilidad de dirección, nuestro rol cambia meridianamente, pasando de ser un contribuyente individual a tener que asumir la responsabilidad del desempeño global del equipo.
Es decir, se pasa de tener la responsabilidad individual de producir un trabajo de alta calidad por nosotros mismos, a tener que apoyar a nuestro equipo mientras que lo producen.
Esta transición no es sencilla de realizar, entre otras cosas porque exige saber delegar y, com se indica al principio definir responsabilidades y tareas, cosa que se suele relegar.
Un directivo tiene responsabilidades importantes y, entre ellas destacan, asistir a reuniones de personal hasta establecer presupuestos y evaluar el desempeño de su equipo.
Cuando dirigimos un equipo y asumimos tareas que corresponden a nuestros colaboradores, ellos no aprenden nada, nosotros no tendremos tiempo para nuestros propio trabajo y, además, se establecería un precedente peligroso.
Imagen | geralt En Pymes y Autónomos | Al delegar, define la responsabilidad