Ozono, luz ultravioleta, la vaporeta ultra plus power 58, mamparas o guantes para atender a los clientes. Seguro que a vosotros se os han pasado por la cabeza muchos más soluciones que nos aseguran que necesitamos en nuestro negocio para extremar las medidas higiénicas. Y hay que tener mucho cuidado, porque en un escenario tan voluble como el actual antes de invertir en inventos, mejor asegurarse que es lo que necesitamos.
¿De verdad necesitamos el Ozono para higiniezar sillas y mesas en un bar? ¿Está aprobado por el Ministerio de Sanidad como desinfectante? ¿Cumplimos toda la normativa? Oímos muchas cosas, pero no todas tienen una base científica y aunque la tenga, puede que no sean lo mejor para nosotros. Porque para limpiar superficies una solución de agua fría y lejía al 2% desinfecta perfectamente y es muy económico de aplicar.
Lo mismo podríamos decir de mamparas, máquinas de vapor, etc. La mayoría de negocios no están para volverse locos invirtiendo una cantidad de dinero que muchas veces van a tener muy complicado recuperar, por lo que al final acaba por convertirse en un gasto. Y esto es precisamente lo único que les sobra a los negocios.
¿Nos interesa invertir en un cajón de cobro automático para no tocar dinero? De esta forma es el propio cliente el que introduce el efectivo en el cajero y se lleva su cambio. A lo mejor es más inteligente potenciar los pagos sin contacto, para todo tipo de cantidades, fomentando también el pago desde móviles y sin tener que manosear ese dinero o tener a una persona solo para cobrar que cada cliente que paga le obliga a limpiarse.
Y lo que está claro es que cada negocio debe pensar muy bien qué medidas pone en marcha, cómo las pone, cuánto le cuestan y sobre todo si estas medidas le ayudarán a que los clientes se sientan seguros. Y tener protocolos claros. Porque de nada sirve tener un lavavajillas que limpia a 90º si luego vemos a un camarero repasando los cubiertos con un trapo y volviendo a contaminar algo que ya estaba higienizado.
Por último una cuestión que no puede caer en el olvido es la protección de los empleados. De nada nos sirve volver a abrir, estar trabajando bien y que se nos contagie un trabajador y tengamos que poner en cuarentena a toda la plantilla y volver a cerrar porque no tenemos gente.
Imagen | cottonbro